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miércoles, 22 de agosto de 2018

JULIÁN AXAT Vamos a extrañar al Juez Luis Arias




VAMOS A EXTRAÑAR AL JUEZ ARIAS

     ¿Quién se hará cargo de toda injusticia en nuestra provincia, quién? Antes había un juez, un hombre que agrandó el traje de juez, pero que no usaba toga ni pompa leguleya, ni ostentaciones de ningún tipo. Ese hombre era una suerte de salvaguarda de última instancia, que ejercía el control axiológico contramayoritario que ordena la constitución, con absoluta independencia e imparcialidad. Grandísimo lector de Franz Kafka, como guardián de la ley, siempre abrió la puerta para que pasen los más débiles, nunca la cerró. Por eso el poder de turno nunca le perdonó jugarse por sus convicciones y defender a los oprimidos, en cada caso, en cada sentencia.

     Pero ese juez ya no está, fue destituido por el poder de turno, a través de un mecanismo inédito en el país: por el contenido de sus sentencias, por la ideología de sus actos, por cierto exceso ritual manifiesto por encima de los derechos que resguardaba.

     Simplemente “Luis”, el pueblo lo conocía de ese modo, el juez “Luis”. No conozco juez que se le parezca o esté a su altura. No conozco valentía similar. Su carácter receptivo, su escucha, solidaridad y entrega por los más humildes y vulnerados de esta sociedad hicieron que hasta último momento estuvieran a su lado.

     He visto a la gente llorar cuando se leía la sentencia que lo condenaba, he visto a sus  amigos del alma, sus hijos y a su esposa sostener ese cuerpo que no se cae, con el mismo orgullo de seguir y apelar hasta reparar; he visto a otros funcionarios judiciales más tibios, acompañarlo por lo bajo, con los ojos llenos de lágrimas, pero dispuestos a cargar en su soledad la misma impotencia como una cruz. Pero hay algo que no puedo olvidar, y es haber visto en los ojos del acusador estar cumpliendo un papel que –por momentos- ni él mismo se creía. Para un burócrata, un trabajo es un trabajo. Y un juez, es cualquier juez.

     El juez hace política con sus actos, no la niega, y ese fue el pecado que en el fondo se le atribuye a Arias. Como el Juez Blackstone, el Juez Marshall, figuras que analiza  Martha Nussbaum a los que llama “Jueces poetas”, que ya ni siquiera son meramente políticos. Dice la autora citando al poeta Walt Whitman que el “juez poeta” es un hombre ecuánime, la persona mejor dotada para otorgar a cada objeto o cualidad su justa proporción, el árbitro de lo diverso, igualador de su época y su tierra. No es pendencia, sino juicio, y no juzga como el juez burócrata, sino como el sol lamiendo una criatura indefensa.

     Juzgar como el sol lamiendo una criatura indefensa... Atreverse, ser uno de los pocos jueces que dicen “No”, en tiempos de retroceso de derechos. Ojalá no haya uno, sino dos, tres… muchos jueces así en nuestro país. Vamos a extrañar al Juez Luis Arias.

Julián Axat. Poeta, abogado y docente

lunes, 6 de noviembre de 2017

Defender el techo democrático común


LA REPÚBLICA CRUJE, LA DEMOCRACIA Y EL PLURALISMO IDEOLÓGICO ESTÁN EN PELIGRO, LOS LÍMITES AL PODER SE BORRAN, NO ES MOMENTO DE DISCUTIR PREEMINENCIAS NI DE HACER ESPECULACIONES

     Por sobre las posiciones particulares y respetables de cada persona, grupo, partido, sindicato, profesión, convocamos a todos y a todas para defender el techo democrático común.

     Llevamos más de tres décadas de gobiernos democráticos, con sus virtudes y defectos, pero nunca como en este momento se han hallado en peligro las reglas básicas de nuestra convivencia plural.

     Los jueces, custodios de la Constitución y de nuestras libertades, han perdido imparcialidad, no investigan eventuales delitos, sino que autorizan vejaciones públicas a opositores sin ninguna necesidad procesal. El Poder Ejecutivo reclama jueces propios y amenaza a todo magistrado desobediente a sus designios.

     Se extiende el miedo, los artistas se sienten amenazados, se estigmatiza a los laboralistas como mafiosos, se proyecta la virtual derogación del derecho del trabajo, se amenaza la previsión social, se condena a subdesarrollos regionales por vía impositiva.

     El organismo que debe orientar la política criminal está a punto de perder su autonomía constitucional, para quedar reducido a una dependencia del Poder Ejecutivo.

     Esto no afecta a un grupo, a un partido, a ningún sector particular, sino a toda la sociedad, al sistema de pesos y contrapesos necesario para que nadie hegemonice el poder; el Estado de Derecho se desbarata.

     Ante esto, convocamos a unirnos poniendo de lado las respetables diferencias que debemos discutir en democracia, para defender el espacio mismo en que debemos llevar adelante nuestras saludables discusiones.

     Convocamos a la presentación que haremos ante esta emergencia en la sede del Congreso de la Nación el miércoles 8 de noviembre a las 17 horas.




Estela de Carloto, E. Raúl Zaffaroni, Horacio González, Mempo Giardinelli, Susana Rinaldi, Cristina Banegas…

lunes, 8 de mayo de 2017

Julián Axat, El pacto fáustico y la Corte Suprema



EL MAL Y EL JUZGADOR (el pacto fáustico y la Corte Suprema)

Luego del dictado del reciente fallo de la Corte, he tratado de reflexionar profundamente sobre un doble problema que surge desde sus entrañas. En primer lugar, el problema moral y ético que surge para los jueces frente a la aplicación de criterios de benignidad a condenados por delitos de lesa humanidad; es decir, el tipo de razonamiento y valoración legal que utilizaron en el caso. El segundo lugar, la forma en la que se echó mano a argumentos falaces, de mala fe, como consecuencia de lo primero. La apariencia de argumentos de racionalidad y corrección, como artificio (ardid) que esconde la banalización de lo ocurrido a partir del 24 de marzo de 1976.

El dilema moral del juzgador ante el Mal radical, aparece siguiendo a Hannah Arendt, ante “la dificultad de responder al Mal con medidas ordinarias que aplicamos a criminales comunes”.  Y como dice el propio Nino (citado en el fallo que aquí comentamos, pero para justificar el criterio contrario): “la mera aplicación del derecho penal ordinario es, tal vez, esperar demasiado. Al estudiar el derecho penal aplicado a las violaciones masivas de derechos humanos lo que vemos generalmente son amnistías o indultos, un ominoso silencio…” (Juicio al Mal absoluto, Pág. 8). La aplicación de las reglas comunes a hechos no comunes, implica un esfuerzo argumentativo que intenta forzar la ética para la que se pensó lo extraordinario al castigar crímenes de masa. Pues un supuesto hecho banal (la benignidad ante la senilidad del genocida y su soltura ante la estupefacción de la víctima) está  muchas veces aquello que constituye lo siniestro.

Juzgar es más que pensar, y las palabras que se elijan para justificar la valoración del juzgamiento serán claves para racionalizar el lugar que ocupa el daño más grave sobre lo humano que se haya probado. En términos de lo ocurrido en la ESMA o  Auswitch el juicio es superior a la escala normal de juzgamiento sobre hechos comunes. Hay insuficiencia de juicio y capacidad reflexión en el uso de reglas (procesales) banales o simples, que puedan conducir al ocultamiento del Mal, es decir, su repetición, venganza o efecto de amnesia general.

Veámoslo concretamente en el voto en mayoría de uno de los jueces: “… Que esta Corte no puede soslayar el dilema moral que plantea en el juzgador la aplicación de un criterio de benignidad a condenados por delitos de lesa humanidad. Se trata de un dilema que debe ser resuelto con la aplicación de la Constitución y las leyes…”.

El juez constitucional no es un mero burócrata aplicador de leyes, debe cotejar valores y su guía ante estos casos –si dilema- es el reconocimiento de los derechos humanos como valor constitucional universal. Esa es la ética que lo guía, la Constitución en su art 75 inc. 22 guía al juez a resolver este dilema moral con los tratados de derechos humanos en mano y que colocan a los delitos de lesa humanidad en un lugar supremo, por encima de la valoración que supone la aplicación de reglas del derecho común de derecho interno que favorecen a condenados por hechos comunes en su ultractividad o retroactividad. La inclinación del juzgador a aplicar criterios de benignidad a delitos aberrantes, resuelve el dilema por el lado del perpetrador y se desliga de otros criterios de Cortes internacionales de DDHH que previnieron en similares casos (véase por ej. Fallo Corte IDH “la Masacre de Rochela”).


Entonces, la confesión que el Juez hace de su dilema moral, y su inclinación por una solución que no contempla la profundidad del horror pasado, sino la aplicación de un criterio de benignidad común al Mal juzgado, evidencia un pacto Faustico. Tres jueces de corte más alta de justicia de la Argentina han cedido su inclinación moral a una suerte de Mefistófeles jurídico, quien ha comprado sus almas a bajo precio ocultando el desgarro de lo humano en las víctimas y sus descendientes. La falacia en la argumentación deviene de este pacto fáustico con la protección legal de un sector social claro, y comprende en estirar proposiciones normativas para adecuarlas a hechos (de excepción) que no fueron contemplados por esas proposiciones. Esto es, ni más ni menos, que el uso instrumental del derecho como regla, extensible para casos no contemplados.  

El decisionismo político para utilizar la regla normativa a piacere, tal como Carl Schmitt y otros juristas del horror enseñaron aparece aquí con toda vigencia. Esto es, en este pacto fáustico con el Mal, la retórica del juzgador justifica la operación que le permite a genocidio alterar la interpretación de leyes anteriores a su concepción como tal, es decir, que por la correlación de fuerzas del momento ni siquiera previeron esa situación como excepción. Así el fallo: “… y en este caso las normas aplicables son concluyentes, máxime cuando se repara que conforme al texto de la ley 24.390 la naturaleza o gravedad del delito no constituyen condición de aplicabilidad de sus disposiciones… dicho de otro modo: el legislador, único sujeto jurídico habilitado para hacerlo, no previó un régimen diferenciado que excluyera la aplicación de los arts. 2° y 3° del Código Penal a los delitos de lesa humanidad…”.
La mala fe de esta interpretación está en un engaño, dijimos ardid de argumentación; pues como consecuencia de las leyes de impunidad existentes para 1994 y aun en 2001, el legislador que sanciona y deroga la 24.390 no podía prever por entonces una realidad de los juicios de lesa humanidad como los que desde 2006 se llevan a cabo en la Argentina. De allí que no podría inferir por entonces una excepción como la que hoy construye la Corte, concediendo esa excepción del 2x1  pretorianamente. Contrariamente a lo que ella misma argumenta, la Corte se convierte en legisladora de la excepción y otorga benignidad en una operación semántica débil, transformando por fuerza de la argumentación fáustica, al criminal de masas en un criminal común y corriente frente a la ley. Esta es, en cierta forma, la banalización del Mal. Aquí el juzgador oculta el Mal a través de retorica. El uso decisionista del derecho tal como enseñaba Carl Schmitt, en tanto la política y el derecho es también la guerra por otros medios.

El fallo en mayoría dictado por la Corte, abre sobre el suelo Argentino una grieta profunda. El mismo posee una cáscara de tecnicismos muy inteligentes, uso de citas, dogmática, diría que es lógicamente impecable, aunque axiológicamente débil. En la matriz de sus argumentos la ESMA configura un espacio que desborda sus categorías pensantes, sigue siendo un vacío o un silencio que susurra tras sus palabras. Desde una mirada de la filosofía del derecho, podríamos decir que ha ganado la racionalidad instrumental del derecho sobre la poesía y el rostro de lo humano. Como dice Martha Nussbaum citando a Walt Whitman (Justicia poética, Pág. 115), algún día llegarán los jueces que “no juzgue como el juez, sino como el sol alumbrando a una criatura indefensa”. Jueces cuyo imaginario sea el de alumbrar, escuchar voces mudas, excluidas, y no encubrir el Mal con imaginarios retóricos y tecnicistas.


La noche es la catástrofe que asoma debajo de las palabras, y eso no se encubre fácilmente con operaciones lingüísticas, pues se trata del susurro de los muertos y desaparecidos que aun se escucha si uno es perceptivo con el aire de la Historia. Incluso lo escuchan los verdugos sueltos o encerrados; en una de esas lo escucharon estos jueces cuando redactaban el contrato fáustico de sus almas.

Julián Axat, (abogado, hijo querellante causa “Cacha”).

viernes, 9 de diciembre de 2016

Por una Argentina sin presos políticos

Por una Argentina sin presos políticos:
LIBERTAD INMEDIATA A MILAGRO SALA

     Los abajo firmantes, escritores, científicos, artistas, reclamamos la inmediata liberación de Milagro Sala, detenida con prisión preventiva desde hace casi un año. 
La cruel prolongación de su encarcelamiento, que desde el principio fue arbitrario y estuvo viciado de intencionalidad política, se revela cada vez con más nitidez como una forma de escarmentar, desarticular e intimidar a todo movimiento o manifestación popular, existente o por existir. Incluso la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y otros organismos internacionales han reclamado con firmeza que se la libere de inmediato.
     No pedimos para Milagro Sala ni más ni menos que el mismo trato que corresponde a cualquier otra persona imputada por un supuesto delito: que pueda esperar en libertad un proceso imparcial y justo, con todas las garantías constitucionales. Recordamos, para que se use la misma vara, que cuando Macri era jefe de gobierno, a pesar de estar procesado, siguió ejerciendo en plena libertad sus funciones.
     Rechazamos a la vez de plano la respuesta irresponsable del presidente al pedido de liberación de la ONU -que es de carácter obligatorio- y en particular su patético intento de excusa: “la mayoría de la gente piensa que Milagro Sala cometió delitos”. Una frase que resuena peligrosamente cercana al no tan antiguo “por algo será” y que intenta confundir la justicia con una sensación térmica o una cuestión de encuestas.
     No dejemos que las injusticias se naturalicen con el silencio, la indiferencia y el paso del tiempo: LIBERTAD A MILAGRO SALA YA.


Firman: Adrián Paenza, Alberto Kornblihtt, Alberto Rojo, Alejandro Horowicz, Ana María Shúa, Diego Golombek, Diego Rojas, Elsa Drucaroff, Fernanda García Lao, Guillermo Martínez, Guillermo Saccomano, Juan Forn, Liliana Heker, Luis Sagasti, Mempo Giardinelli, Roman Setton... 


Para añadir tu firma: envianos tu nombre con la aclaración de tu disciplina a liberaciondemilagrosala@gmail.com

sábado, 1 de octubre de 2016

Natalia Carrizo, Para Ayelén Arroyo


ELEMENTOS SUFICIENTES

El papá de Ayelén la violaba. 
El papá de Ayelén la violaba y un día Ayelén se animó y lo denunció. 
El papá de Ayelén la violaba y un día Ayelén se animó y lo denunció ante un poder anquilosado que algunos llaman Justicia. 
El papá de Ayelén la violaba y un día Ayelén se animó y lo denunció ante un poder anquilosado que algunos llaman justicia, y el representante de ese poder tomó cartas en el asunto. 
El papá de Ayelén la violaba y un día Ayelén se animó y lo denunció ante un poder anquilosado que algunos llaman Justicia, y el representante de ese poder tomó cartas en el asunto, llamó a declarar al papá de Ayelén y lo puso al tanto de la denuncia. 
El papá de Ayelén la violaba y un día Ayelén se animó y lo denunció ante un poder anquilosado que algunos llaman Justicia, y el representante de ese poder tomó cartas en el asunto, llamó a declarar al papá de Ayelén y lo puso al tanto de la denuncia; pidió la pericia psiquiatrica de Ayelén, para ver si decía la verdad, y a él lo soltó informado de la acusación. 
El papá de Ayelén la violaba y un día Ayelén se animó y lo denunció ante un poder anquilosado que algunos llaman Justicia, y el representante de ese poder tomó cartas en el asunto, llamó a declarar al papá de Ayelén y lo puso al tanto de la denuncia; pidió la pericia psiquiátrica de Ayelén, para ver si decía la verdad, y a él lo soltó informado de la acusación, con una orden de restricción que ninguna fuerza pública se encargó de hacer cumplir.
El papá de Ayelén la violaba y un día Ayelén se animó y lo denunció ante un poder anquilosado que algunos llaman Justicia, y el representante de ese poder tomó cartas en el asunto, llamó a declarar al papá de Ayelén y lo puso al tanto de la denuncia; pidió la pericia psiquiátrica de Ayelén, para ver si decía la verdad, y a él lo soltó informado de la acusación, con una orden de restricción que ninguna fuerza pública se encargó de hacer cumplir. Ayelén apareció muerta en el baño de su casa. 
El papá de Ayelén la violaba y un día Ayelén se animó y lo denunció ante un poder anquilosado que algunos llaman Justicia, y el representante de ese poder tomó cartas en el asunto, llamó a declarar al papá de Ayelén y lo puso al tanto de la denuncia; pidió la pericia psiquiátrica de Ayelén, para ver si decía la verdad, y a él lo soltó informado de la acusación, con una orden de restricción que ninguna fuerza pública se encargó de hacer cumplir. Ayelén apareció muerta en el baño de su casa. Su papá fue detenido, ahora que ya la asesinó parece que sí hay elementos suficientes...

La hermana de Ayelén denunció a su padre por violación. Si la muerte de su hermana la salva de compartir su destino queda en manos del mismo poder anquilosado que algunos llaman Justicia.





* “Ayelén Arroyo, la joven de 19 años asesinada este miércoles a la mañana en Ugarteche, Mendoza, había publicado en Facebook hace 15 días cómo se sentía después de denunciar a su padre, único detenido por el homicidio”.

sábado, 24 de septiembre de 2016

Julián Axat, Bullrich en la puerta giratoria


BULLRICH EN LA PUERTA GIRATORIA

El que atrapó por primera vez
El que reclutó varias veces
El que presenció sin mancharse
El asesino ejecutor
El que pagó al asesino
El que intelectualizó
El que pudo impedirlo y nada hizo
El que sistematizó los casos y repitió una burocracia
El que leyó el diario y luego siguió con su tarea cotidiana
El indiferente y la vecinocracia del barrio
Los progresistas que solo se indignan
El espíritu que lo profetizó y no desplegó fuerza mesiánica para impedir
La señora Ministra de seguridad y sus ancestros
Los jueces y fiscales fungibles
La espada de papel en el desierto
Los poetas de salón
Dios






domingo, 22 de febrero de 2015

Cristina Fernández de Kirchner y el 18F, bautismo de fuego del partido judicial


EL 18F, BAUTISMO DE FUEGO DEL PARTIDO JUDICIAL
De jueces y fiscales. De marchas y números. De Nisman a Pollicita.

Breve introducción y alguna reflexión

Me contaban que en los últimos días, cuando terminaba de hablar en algún acto oficial, TN, el cable del monopolio Clarín, titulaba: “No mencionó a Nisman”, “No habló de la marcha del 18F”.

Es cierto que cuando hablo por cadena nacional se les dificulta apenas un poquito la tarea destructiva y depredadora de lo institucional. Pero la libertad de prensa, por suerte, no sufre mella. La cadena nacional del desánimo y el odio, comandada por Clarín, goza del privilegio de la libre expresión los 365 días del año durante las 24 horas.

Pero volviendo al reproche que se me hacía por mi “silencio”, resulta curioso que cuando hablo de lo que algunos no quieren, un fiscal me exige que me calle, y cuando no hablo de lo que ellos quieren, me reclaman que hable. En síntesis: la palabra y el silencio parecen tener dueños en la Argentina.

En realidad, como ciudadana antes que como Presidenta, siempre he tenido la costumbre de analizar, evaluar, y luego opinar sobre cualquier hecho una vez que este ocurre. Es una sana costumbre que no pienso abandonar.





miércoles, 11 de febrero de 2015

CONTRA EL INTENTO DE GOLPE Y EN DEFENSA DE LA DEMOCRACIA


Contra el intento de golpe y en defensa de la democracia
Declaración para adherir y difundir

Ante la convocatoria de algunos fiscales para el 18F,
y el oportunismo político opositor,
llamamos a firmar y divulgar este manifiesto

Por la Constitución, la Democracia, la Justicia, los Derechos Humanos
y la Paz en la República

Los abajo firmantes, argentinos y argentinas del campo intelectual, artistas, científicos, profesionales de las más diversas actividades, nos manifestamos en favor del estricto cumplimiento de la Constitución y por la salud de la Democracia, el saneamiento profundo de la Justicia, el respeto irrestricto de los Derechos Humanos y el imperio de la Paz en la República.


Nos manifestamos en contra de toda forma de violencia. Incluso la aparentemente sutil y subliminal, como la que se incita desde el terrorismo periodístico disimulado, la financiera, la empresaria y/o cualquier otra.

Repudiamos todo intento de desestabilización institucional, y exigimos que se cumplan las leyes, todas, sin chicanas ni cautelares como las que es costumbre político-judicial disponer en beneficio de los poderosos, sean personas o grupos empresariales.


Rechazamos la parodia democraticista de un pequeño grupo de fiscales, desprestigiados casi todos, apadrinados por los medios hegemónicos en la convocatoria a una marcha a todas luces sectaria y provocadora. Y rechazamos también el siempre renovado oportunismo de dirigentes políticos capaces de todo tipo de inconductas y servilismos a gobiernos extranjeros, y a irritantes violencias verbales.


La República Argentina necesita seguir trabajando en Paz, para avanzar aún más en las conquistas sociales y laborales ya logradas, la inclusión social, la defensa del patrimonio público, la independencia económica y la soberanía política que la ciudadanía ha recuperado después de la crisis terminal de 2001 y 2002.


Exigimos una investigación seria y honesta sobre la muerte del Fiscal Alberto Nisman.
La designación de una Corte Suprema de Justicia completa, como manda la Ley.
Una transformación democrática y profunda de las estructuras de inteligencia.


                                                      En la República Argentina, a 10 de Febrero de 2015.

No a la mentira y el uso político de la muerte de Nisman.
No al golpe "suave".
Más democracia, Más Justicia.

Roberto Tito Cossa, Emilce Moller, Laura Conte, Mempo Giardinelli, Verónica Piccone, Alejandro Mosquera, Fortunato Mallimaci.

Adhieren:
Graciela Bialet (Escritora, Córdoba)
Alejandro Oliva (Médico, Hospital Italiano, Rosario)
Carlos D. Resio (Ingeniero, Posadas, Misiones)
María del Rosario Camors (Chaco),
Angel Berlanga - Periodista
Arnaud Iribarne - Economista
Noé Jitrik - Escritor, Profesor UBA
Osvaldo Quiroga - Periodista
Jorge Luis Bernetti - Periodista
Hugo Presman - Periodista
Miguel Angel Molfino - Escritor (Chaco)
Natalia Porta López - Periodista, PNL Chaco
Maria Sara Puente
Julio Rudman (Periodista, Mendoza)
Carlos Bosch (Fotógrafo)
Tununa Mercado (Escritora)
Abraham Gak (Economista)
Leda Amorín (Cantante)
Maximiliano Wilda
María Laura Barral
María Rosa Lo Coco
Bruno Lo Coco
Ricardo Forster - Ministerio de Cultura
Mariana Carbajal. Periodista
Francisco Tete Romero - Ministerio de Cultura
Alejandro Alagia - Fiscal
Daniel Cholakian
Pablo R Grigera - Investigador Conicet
Enrique Pochat - Abogado, docente UNQ.
Horacio Rovelli - Economista
Hernan Patino Mayer - Ex Embajador Argentino en Uruguay.
Pedro Jaime Kesselman - Abogado Laboralista
Edgardo Binstock - Sociólogo. Ex Secretario de DDHH de la PBA.
Patricio Brodsky - Profesor adjunto de la Fac de derecho Uba
Santiago Varela - Guionista
Hernán Brienza
Gabriel Lewin - Filosofía UBA
Teresita Valdettaro - Editora (CABA)
Luisa Valmaggia - Periodista
Maria Luisa Pizzi - El Impenetrable, Chaco
Ignacio Sagasti - Secr.Adm.Ministerio Publico Defensa General CABA
Eduardo de la Serna - Curas en opción por los pobres
Lucía Capozzo - Periodista
Oscar Steimberg - Profesor emérito FCS - UBA
Alejandro Wilner - Médico, Profesor UNLanús
Eduardo Kragelund. Secretario de Redacción. Agencia Télam
Juan S.Pegoraro - Profesor Consulto. UBA
Virginia Feinmann - Escritora
Mary Sanchez
Alejandro Fiorito- Economista
Hugo Muleiro - escritor y periodista.
Ricardo Rouvier
Eduardo Aliverti
Horacio González (Director BN)
Osvaldo Pedroso
Dora Barrancos
Osvaldo Bayer
Elizabeth Rivas - Abogada
Mario Toer - Profesor Consulto UBA
Bruno Napoli - Historiador
Gabriel Ganón -Defensor General (Santa Fe).
Edith Benedetti - Directora Hospital Nacional en Red
Elsa Osorio - Escritora
Norberto Lorenzo - ex Juez
Luis Alberto Quevedo - Sociólogo
Luis Fucks - Editor
Graiela Perosio - Escritora
Ricardo Daniel Smolianski - Secretario Judicial, Defensoría General CABA
Rubén Dri - Profesor Universitario
Laura Fuxman - economista
Juan Pablo Jaroslavsky (Sant Cugat del Vallés-Barcelona)
Eduardo Sigal - Frente Grande
Arnaldo Bocco - Economista
María Elia Capella - Defensoría Gral. CABA. Observ. DDHH de la CABA (ODH)
Amalia Marrón - Pedagoga Social. Observ. DDHH de la CABA (ODH)
Violeta Burkart Noe - Periodista. Observ. DDHH de la CABA (ODH)
Demian Konfino - Abogado. Observ. DDHH de la CABA (ODH)
Daniel López - Lic en Filosofía
Oscar Fernández - Director Instituto Balseiro CNEA-UNCU
Verónica Seara - Coordinadora Desarrollo Comunitario
Raquel Castronovo
Alejandra Maula - Psicoanalista
Bruno Capra - Ingeniero
Patricia Paggi - Médica
Mauricio Kartun - Autor Teatral, C.A.B.A.
Juan Carrasco - Actor, C.A.B.A.
Claudia Cárpena - Actriz, C.A.B.A.
Claudio Rissi - Actor, C.A.B.A.
Claudio Da Passano - Actor, C.A.B.A
Malena Figó - Actriz, C.A.B.A.
Alberto Catena - Periodista, C.A.B.A.
Jorge Garayoa - Periodista, Buenos Aires
Rodrigo Cárdenas - Actor, C.A.B.A.
Betty Raiter - Actriz, C.A.B.A
Tony Spina - Actor, C.A.B.A.
Gabriela Fiore - Autora, Buenos Aires
Hugo Anganuzzi - Actor, C.A.B.A.
Jorge Nolasco - Actor, C.A.B.A.
Siro Colli - Actor, La Plata
Jorge Diez - Actor, Director, C.A.B.A.
Marta M. Silva - Actriz C.A.B.A.
Stella Matute - Actriz, C.A.B.A.
Fernando Musante - Director, Publicista, C.A.B.A.
Javier Ignacio García Crocco - Autor, C.A.B.A
Paula Julieta Gomez - Publicista, Buenos Aires
Paula Lewellyn - Actriz, C.A.B.A.
Mónica Santibañez – Actriz, C.A.B.A.
Héctor Levy-Daniel - Dramatugo, C.A.B.A
Marcelo Cosin – Publicitario, C.A.B.A
Ernesto Argañaraz, Médico, Unquillo, Córdoba
Claudio Martinez Bel – Actor, C.A.B.A.
Florencia Aroldi – Actriz, C.A.B.A.
Javier Margulis – Director Teatral, C.A.B.A.
Manuel Gesto – Técnico Instrumental, C.A.B.A.
Amelia Uzín – Dramaturga, Paraná, Entre Ríos
Julio Duplaa – Actor, Bailarín, C.A.B.A.
Nadia Grandón – Actriz, Directora, Coreógrafa, La Pampa
Guillermo Fernández – Cantor, C.A.B.A.
Celeste Gerez – Actriz, C.A.B.A.
Nidya Lirola – Docente, C.A.B.A.
Villanueva Cosse – Director Teatral, C.A.B.A.
Verónica Cosse – Actriz, C.Ab.A.
Diego Ribetto – C.A.B.A.
Adriana Zerdín – C.A.B.A.
Fabio "Mosquito" Sancineto – Actor, C.A.B.A.
Carlos Eduardo Martinez - Director Cinematografico, C.A.B.A
Germinal Marín – Actor, C.A.B.A.
Amancay Espíndola – Actriz, Dramaturga, C.A.B.A.
Adriana Lanza – Empleada Pública Afip/Dga, C.A.B.A.
María Cristina Del Pizzo – Cantante, Buenos Aires
Cristina Borges – Psicóloga, Buenos Aires
Claudio Spósito – Dibujante – Buenos Aires
Lucas Marín – Artista Visual, C.A.B.A.
Cristina Fridman – Actriz, C.A.B.A.
Leonardo Odierna – Actor, Director Teatral, C.A.B.A.
Alejandro Mateo – Escenógrafo, Director Teatral, C.A.B.A.
Perla Carella – Docente Jubilada, C.A.B.A.
Raquel Albeniz – Dramaturga, Actriz, C.A.B.A.
Rolando Vismara – Músico, C.A.B.A
Alberto De Simone – Empleado, C.A.B.A.
Elena Petraglia – Actriz, C.A.B.A.
Daniel Figueiredo – Actor, C.A.B.A.
Carlos Flynn – Fotógrafo, C.A.B.A.
Julio Santamaria - Director Cinematografico, C.A.B.A.
Pablo Gennaro - Sec.Relac. Institucionales Cta C.A.B.A.
Daniel Zeitun - Periodista, C.A.B.A.
Héctor Puyo – Periodista, C.A.B.A.
Roxana Balsarini - Locutora, C.A.B.A.
Gabriel Ginepro – C.A.B.A.
Susana Machini – Actriz, Docente, C.A.B.A.
María Rosa Frega – Actriz, C.A.B.A.
Zunilda Roldán – Directora Teatral, Navarro, Buenos Aires
Alicia Smolovich – Poeta, Psicoanalista, C.A.B.A.
Alicia Naya – Actriz, C.A.B.A.
Israel Pedro Galin - Abogado
Cecilia Augsburger (Rosario) Psicóloga - Investigadora UNR
Marcio Alazraqui - Docente-investigador
Miriam Wlosko - Docente-investigador
María Emilia Amundarain
Elina Ofelia Aguiar - Psicóloga
Mirta Clara - Docente Maestria Salud Mental Comunitaria Lanus
Sergio Satulovsky - Ingeniero en Procesos, APDH
Gabriela Vera - Lic. En Psicología, APDH
Rubens W Correa, director del teatro Cervantes.
LIiliana Gómez
Gabriela Seghezzo (IIGG-UBA/CONICET)
Mario Margulis - Sociólogo
Antonio F. Diez -Periodista
Eduardo Mario Rubinschik - Escritor
Noemí F. Corbo
Enriqueta Sonnabend - Kinesióloga
Dra. Liliana Raggio - Investigadora y docente. UBA
Daniel Maidana - Director Centro de Servicios y Acción c/Comunidad-UNGS
Paloma Acebal - Psicóloga
Francisco Raúl Carnese - Profesor Consulto UBA
Ana N Berezin - Psicoanalista
Ernesto Quiles - Ingeniero
Cristina Ques.Psicoanalista
Alma Gutman - Psicóloga
Silvia Kremenchutzky - Socióloga
Alberto Mansur - Abogado
Paula Cabanchik - Pedagoga Social
Ana Teresa Martinez - Investigadora y docente UNSE Conicet (Sant. del Estero)
Sigrid Dalostto - Psicologa.
Carlos Cleri - CPN, empresario, docente e investigador
Héctor Palomino - Profesor de Relaciones del Trabajo - UBA
Diego Medolla -Psicologo
Cecilia Senén González - Socióloga
Omar C. Panosetti - Artista visual
Néstor Míguez - Pastor Evangélico
Diego Rodeyro - Empleado
Mariano Lovelli
Lea Waldman - Lic. en Educacion
Roxana Barone, periodista
Dana Diaz León - AbogadaJ
JUAN CARLOS OLLERO -ABOGADO
Oscar Galante -Ing. Gerente de Asistencia Tecnológica p/la Demanda Social - INTI
Paulo Margaria -Investigador INDES-UNSE Santiago del Estero
Graciela Cragnolini de Casado - Medica y Docente UBA
Lea Waldman -Lic. en Educacion
Eva Elena Sas Kremer (Sant Cugat del Vallés –Barcelona)
Nestor Borri
Alicia Caratini - Antropóloga
Guido De Nicotti -Médico Sanitarista
Bruno Susani - Economista
Liliana Coggiola -Bioquimica
Antonio Héctor Lubin
Sandra Alegre - Docente
Gustavo Galli - Docente
Andrea Del Bono - CONICET, UNAJ y UNLP
SILVIA SUSANA ARENALES
Marta Poso - Enarsa
Orlando Barone
Cristina Bellelli - Investigadora CONICET - Arqueòloga
María Isabel Cosla - Socióloga
Alejandro Kaufman - Profesor UBA / UNQ
Guillermo Devoto - Médico sanitarista
Luisa F. Ripa - Directora centro de derechos humanos Emilio Mignone UNQ.
Estela Zanlungo -Docente y escritora
Iván Bruzone- Actor
Cecilia Canevari - Docente e investigadora
Eduardo Mendizabal
Viviana Fidel - Ministerio de Educacion Nación
Miguel Gaya
Olga Castro Busso -Periodista
Emilia Eugenia Roca - Economista FCE-UBA. Subs.Seg.Social, Minist. de Trabajo
Maite Garzo-Lic. en Psicología
Andrea Lilia Giordano -Veterinaria Docente Universitaria
Margarita Bianconi - Politóloga UBA
Gabriel Muntaabski - Médico
Rolando Omar Suárez -Lic. en Psicología
Jorge Emilio Bosia - Docente
Juan Montes Cató - Investigador CONICET-UBA
Julio Guillermo Rosales - Empleado
Hilda Paiuk - Sociologa
Gustavo Landoni
Maria Antonia Rosso -Odontóloga
Hugo Martina (Chaco)
Cristina Magnano (Chaco)
Juan Cruz Esquivel - Investigador CONICET
David Nestor Mutchinick - Lic. en Historia
Gabriel Cetkovich Bakmas - Director de Estudios TEA
María Inés Vignoles - Arquitecta
Agustín Hellín - Arquitecto
Javier Pablo Hermo - Presidente Frente Grande CABA
Lido Iacomini - Editor
Carlos Mendoza, ingeniero
María Otheguy- Psicóloga
Alejandrina Morelli - Periodista
María Julia Morresi (Chaco)
Carlos H. Zunino - Bioquímico
Ana María Bianchetti
Héctor Albera -Ingeniero Agrónomo
Aldana Martínez - Fac.Derecho UBA
Silvia Bonacalza
Patricia Berrotarán - Historiadora, Directora historia UNQ.
Alejandra Morcillo (Tres Arroyos Red por la Identidad)
Andrea Tau - Médica Psiquiatra
Susana Ramos - Centro Nueva Tierra
María Pia López
Jorge Alberto Monzon- Abogado
Alicia Migliano - Psicopedagoga. Red Federal FDC.
Oscar Alberto Cuervo (La otra)
Daniel Freidemberg – escritor
José María Pallaoro - escritor
De la Asociación Argentina de Actores adhieren: Luis Alí.(Secretario General Asociación Argentina de Actores) Alejandra Rincón (Secretaria Gremial Asociación Argentina de Actores) Carlos Berraymundo (Prosecretario Gremial Asociación Argentina de Actores) Eduardo Poli (Vocal 1ro. Secretaría Gremial Asociación Argentina de Actores) Marcelo Sein (Vocal 2do. Secretaria Gremial Asociación Argentina de Actores) Constanza Maral (Secretaria de Cultura Asociación Argentina de Actores) Kevin Mansilla (Prosecretario de Cultura Asociación Argentina de Actores) Daniel Reyes (Prosecretario de Interior Asociación Argentina de Actores) Daniel Valenzuela (Secretario de Acción Social Asociación Argentina de Actores) Patricia Rozas (Prosecretaria de Acción Social Asociación Argentina de Actores) Susana Varela (Prosecretaria de Comunicación y Actas Asociación Argentina de Actores) Daniel Alvaredo (Secretario de Administración y Finanzas Asociación Argentina de Actores) Patricia Martinelli (Secretaria de Interior Asociación Argentina de Actores) Ponchy Brusse (Vocal Secretaría de Interior Asociación Argentina de Actores)


(Siguen cientos de firmas y la suya, si está de acuerdo: Reenvíe este documento a todos sus contactos en Twitter, FB y por otros medios de que disponga. Es necesario demostrar que somos muchos más los argentinos y argentinas que abrazamos y respetamos la Constitución, la Democracia, la Justicia, los Derechos Humanos y la Paz en la República).

viernes, 13 de junio de 2014

Julián Axat, cómo hacer para que los rostros vuelvan a aparecer

CÓMO HACER PARA QUE LOS ROSTROS VUELVAN A APARECER


a José María Campagnoli, por el daño que ha cometido

Sacar a los pueblos de los álbumes policiales
y que vuelvan a ser millones de álbumes familiares
quien fabrica su propia imagen
desborda legajos


Este poema lo imaginé hace un año aproximadamente, cuando todo un barrio había sido prontuariado por la policía, y muchos no sabían que sus rostros estaban atrapados en biblioratos dentro de las comisarías; la pregunta era cómo liberar la imagen de ellos mismos de la sospecha permanente, la de haber nacido, ser, proyectarse en el mundo; la mirada del otro (como decía Sartre) es la que produce la existencia de los condenados de la tierra, hoy los condenados de las ciudades. 

miércoles, 28 de mayo de 2014

Julián Axat, llegó el día


     Llegó el día. Mañana declaro ante el Tribunal Oral Federal de La Plata en la causa “Cacha”. Declararé como hijo, como testigo, como víctima, como querellante por el secuestro y desaparición de mi mamá Ana Inés Della Croce y mi papá Rodolfo Jorge Axat, ocurrido en la madrugada del 12 de abril de 1977. Yo por entonces tenía siete meses y estaba en el momento de su desaparición; estaban también mi tía Cristina y mi abuela materna Nelly. Crecí con el relato de ellas sobre lo que ocurrió esa noche. Por eso, después de 37 años, seré el testigo judicial de un momento que viví, pero mediado por la voz de mi familia.

     En la víspera de una declaración judicial me atraviesa un vértigo sobre qué contar y no contar. Conozco perfectamente la forma de los relatos judiciales porque convivo a diario con los sistemas judiciales. Ahora seré yo el testigo de mi propio proceso. Pero, ¿cómo ser ese testigo? ¿Cómo hablar de un momento en el que tenía siete meses? Los mejores testigos deberían ser mis padres, aunque esa imposibilidad radical me pone en el banquillo a mí. Pero yo nunca podría ser ellos, como tampoco podría ser la voz de mi tía y de mi abuela. ¿Qué contar en el juicio? ¿Cómo contar mi vida? Estar parado ante la propia Historia en un momento bisagra y después de años de impunidad. ¿Por dónde arrancar?

     Me siento cual Hamlet generacional, eligiendo mis palabras frente a la verdad, buscando piezas de mí mismo para la construcción de la memoria y la Justicia que, por fin, llegó. En esa investigación sobre mí mismo percibo que quise ser abogado para defender mi historia, para defender a mis padres. Yo quise llegar acá y dejar de ser víctima. Voy a hablar, voy a contar. Por fin soy testigo.

     Desde hace meses que vengo estando presente en las declaraciones de mis compañeros, y estas preguntas nos las hicimos todos, cada uno a su manera. Nos juntamos a pensar esas declaraciones. ¿Ser testigos o no serlo? El cómo, el qué, el porqué, el cuándo. Esas son las preguntas que nos hacemos antes de llegar a los estrados. Discutimos el aspecto político y cómo acompañarnos. Desde afuera es sorprendente la imagen de los hijos delante de jueces y atrás, los asesinos de nuestros padres. Pero la más sorprendente es la de los nietos, nuestros hijos mirando entre el público a sus padres, hablando de sus abuelos desaparecidos frente a los asesinos. Tres generaciones que transfieren memoria frente a la Justicia.  


     En estos días volví a reordenar mi archivo, los papeles de mi abuelo, a leer los hábeas corpus rechazados, el testimonio de mi fallecida abuela en los Juicios por la Verdad, las cartas rogando al Episcopado, las denuncias a la OEA, etcétera. Pero me detuve en declaraciones de mis compañeros. Esos son los papeles de mi archivo que más me interesan: el archivo de los hijos testigos. Traté de recopilar los testimonios que estaban transcriptos y los puse sobre la mesa. Los fui analizando uno a uno, clasificando por maneras de decir: declaraciones de hijos con fuerte impronta política, más de tipo intimistas, más historiográficas y detallistas. El laberinto de las palabras y las cosas. Cierta enciclopedia china de la memoria de las víctimas del terrorismo de Estado argentino. Todas formas desgarradoras de decir la verdad, todas maneras particulares en el orden que tiene cada hijo frente a su historia, que es a la vez la Historia trágica de este país.

 
     Pienso que esas formas del relato que asumen los hijos al declarar en los juicios, van ingresando a las actas y se plasmarán como un antes y un después. Atravesamos un momento en el que si esto es posible, es porque un contexto social y político lo permite. Esta es la conquista de todos estos años, y el resultado es la voz diversa de los hijos como testigos.

     Se puede pensar que los hijos testigos somos la estructuración de nuestra identidad a la hora de posicionar el archivo de la memoria individual frente a los jueces que, al fin, llegaron a escuchar ese reservorio biográfico que nos constituye como memoria colectiva, antes negada. El momento de declarar en los juicios, a esta edad en la que incluso superamos la edad de nuestros padres al ser secuestrados, constituye uno de los momentos más importantes para nuestras vidas y para la Historia institucional. El momento de la declaración judicial como un punto de inflexión, como verdad pública ante años de ocultamiento e impunidad. Dado que los represores siguen en su pacto de silencio, quizás el momento de la declaración de los hijos sea uno de los hechos más radicales de los juicios por derechos humanos. Al hijo testigo lo pienso como una suerte de aullido generacional. La poesía después de la ex ESMA.

     La búsqueda y construcción de una identidad dentro de los efectos del terrorismo de Estado llevan a la metáfora del detective de la historia, el armador de un rompecabezas que se posiciona como testigo (de la Historia). Mi generación es una generación de armadores de rompecabezas, una generación de detectives (políticos, jurídicos y literarios); por eso testigos de ese armado. Nuestra identidad es el conjunto de piezas sueltas que patearon las botas de los milicos al irrumpir en nuestras casas cuando teníamos pocos meses. Cada pieza que juntamos es una palabra, una caricia perdida; como un fémur, una tibia, la osamenta de un cuerpo que todavía no está y hay que hay que salir a buscar, o reconstruir sobre el terror de la ausencia. La sensación de justicia es cuando el rompecabezas ya casi está armado. El hijo testigo es el momento de poner en funcionamiento la novela de nuestras vidas. La última pieza siempre falta.

     La escritura o la vida. Pienso si el miércoles debo llevar algo así como un libreto armado a mi declaración. Creo que no. No quiero estar cómodo cuando declare, quiero sentir la adrenalina de estar ahí, y que mi cuerpo hable por mí. Llevo muchas voces guardadas que van a salir en el momento. Ese es mi archivo. Me confío. Llevo mi cuerpo. No voy ya como víctima. Voy a afirmar mi identidad. 


http://juicioporlacacha.blogspot.com.ar/

viernes, 20 de diciembre de 2013

Julián Axat, juicio a La Cacha

La madrugada del 12 de abril de 1977 mis padres Rodolfo Jorge Axat y Ana Inés della Croce fueron detenidos en La Plata y trasladados al centro clandestino conocido como La Cacha. Hay testigos que sobrevivieron y los vieron en ese lugar. Para agosto de 1977, ya no se sabe más sobre el destino de mis padres. Cuando esto sucedió, yo tenía sólo siete meses; tuve la suerte de que en el momento estaban mi abuela y mi tía, con quienes me crié. Hoy tengo 37 años y voy a comenzar a presenciar el juicio que marca mi historia.

Recuerdo que cada vez que mi familia pronunciaba la palabra Cacha se producía un fuerte silencio. El nombre refiere a la bruja desaparecedora de la tira Hijitus, Cachavacha, con el que los propios represores bautizaron cínicamente el lugar. Con el tiempo fui investigando más sobre el tema. La primera reconstrucción sobre el CCD es gracias a los sobrevivientes Néstor Torrillas, Nelva Falcone, Alberto Diessler, Roberto Amerise, Ana María Caracoche, José Luis Cavalieri, Alcira Ríos y Luis Pablo, cuyas declaraciones brindadas en 1983 ante la Comisión Arquidiocesana de San Pablo (conocida como Clamor) fueron indispensables para identificar lugares, apodos de represores, personas vistas y funcionamiento interno.

Según el informe posterior elaborado por la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, por La Cacha pasaron al menos 239 personas, 98 de las cuales fueron desaparecidas, 64 liberadas, de 15 se desconoce el destino, y hubo al menos nueve niños nacidos en cautiverio, muchos de ellos apropiados desde el hospital de la Unidad Penitenciaria Nº8.

El CCD fue creado en el marco de una etapa definida del plan sistemático de represión ilegal diseñado por la junta militar y respondió a la necesidad de obtener información precisa para desmantelar los últimos vestigios de resistencia organizada a la dictadura. Funcionó entre mediados del ’76 y fines del ’78 en la antigua planta transmisora de Radio Provincia, en Olmos, emplazado a 50 metros de lo que hoy es la entrada principal de la ex Unidad Penitenciaria Nº8 y a unos cien metros del muro de la Unidad Nº1 Olmos. Por sus características, fue uno de los centros clandestinos de detención más sofisticados, por la coordinación represiva entre policía, penitenciarios, Fuerzas Armadas, Marina y varios órganos de inteligencia que actuaron en el lugar.

En una inspección judicial ordenada en 2011, tuve la oportunidad de visitar el predio que aún pertenece a la órbita del Servicio Penitenciario Provincial. Si no fuera por una medida de no innovar, los resabios del perpetrador seguirían destruyendo prueba esencial, así como ocurrió con el galpón de varios niveles que albergaba a los detenidos, que para 1978 ya había sido desmantelado. Recientes excavaciones muestran el perímetro de cemento escondido debajo del descampado, lugar donde fueron hallados los restos de una picana. Es el “aquí no ha pasado nada”, el mismo silencio que permite al Servicio Penitenciario que, todavía a cien metros, se siga torturando en la Cárcel de Olmos.

Anuladas las leyes de impunidad en 2003, reabierta como causa Nº 16.419 “Dr. Félix Pablo Crous s/ denuncia (La Cacha L. Olmos)”, ésta quedó radicada en el Juzgado federal (electoral) de Manuel Blanco, quien recién en diciembre de 2009 ordenó detenciones, que se efectivizaron en marzo de 2010. Aunque como suele ser costumbre, las detenciones alguien las sopla de antemano, lo que dio plazo de gracia a tres imputados fundamentales a fugarse: Ricardo Luis Von Kyaw (hay denuncias de que lo vieron en Paraguay y que maneja importantes empresas de seguridad privada en Argentina), Teodoro Aníbal Gauto (aún hoy en Israel) y Miguel Angel Amigo (integrante del Destacamento 101 finalmente detenido en junio de 2012 y sumado a la causa en agosto de 2013).

Las imputaciones mediatas recayeron sobre Ibérico Saint Jean (muerto en 2012) y su ministro de Gobierno Jaime Smart; 13 integrantes del Destacamento 101 (incluido su jefe Arias Duval, quien falleció en 2012). Dos penitenciarios (el Oso Acuña y su jefe Isaac Miranda) y un marino (Juan Carlos Herzberg). Sobre un total de 137 casos de secuestros y torturas, 10 homicidios y tres apropiaciones de niños, restando los ocho genocidas que murieron en el transcurso de la causa y quedaron impunes, y sin contar a dos de los prófugos mencionados, llegan entonces al juicio sentados en el banquillo Carlos Hidalgo Garzón, Jorge Di Pasquale, Gustavo Cacivio, Ricardo Fernández, Luis Perea, Roberto Balmaceda, Emilio Herrero Anzorena, Carlos Romero Pavón, Anselmo Palavezzati, Jaime Smart, Juan Carlos Herzberg, Raúl Espinoza, Claudio Grande, Héctor Acuña, Rufino Batalla, Isaac Miranda, Miguel Angel Amigo, Miguel Osvaldo Etchecolatz, Julio César Garachico, Eduardo Gargano, Horacio Elizardo Luján.
 
Más allá de las dudosas fragmentaciones procesales avaladas por el juez instructor electoral, con prófugos, dilaciones y muerte mediante de genocidas; aun así, el camino de la lucha dada todos estos años por parte de organismos, familiares, sobrevivientes ha sido el que nos llena de orgullo y esperanza, porque –en este derrotero– se lograron saltar etapas, y hoy sentimos que en los tiempos que corren aún es posible creer en memoria, verdad y justicia. El día del juicio a La Cacha llegó, y eso es lo importante. Cuando el debate quede abierto, para nosotros, la historia ya comenzará a ser otra.



Julián Axat, poeta y Defensor juvenil. Víctima querellante.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Julián Axat, ¿cómo hacer para que los rostros vuelvan a aparecer?









¿CÓMO HACER PARA QUE LOS ROSTROS VUELVAN A APARECER?

 a Enrique Schmukler


sacar a los pueblos de los álbumes policiales

y que vuelvan a ser millones de álbumes familiares

quien fabrica su propia imagen

desborda legajos



A propósito de la nota que escribí hoy en Página/12, jueves, 12 de diciembre de 2013:
LOS FISCALES Y LOS ÁLBUMES DE MALVIVIENTES



Hace pocos días tuve oportunidad de acceder a la denuncia realizada por el diputado nacional Leonardo Grosso contra un fiscal de la capital, presuntamente involucrado en prácticas discriminatorias en las investigaciones penales que lleva en el Barrio Mitre, en especial por la cuestionada utilización de álbumes de fotos (mal) llamados “libros de malvivientes” contra personas seleccionadas por el mero hecho de ser pobres y vivir en una zona vulnerable.

Más precisamente, dice el diputado Grosso: “En su fiscalía tiene un álbum de fotos de la gente del barrio (muchas de ésas desactualizadas), que cada vez que le llega un hecho para investigar exhibe a los denunciantes para que identifiquen a un autor del hecho del que fueron víctimas y, si no lo identifican, él o cualquiera de sus empleados, que tienen la misma forma de trabajar, inducen a la persona a que marque a alguno. Con esa indicación, que en general es manipulada por el fiscal José María Campagnoli, y sin realizar ninguna investigación ni la mínima constatación de los hechos o de la responsabilidad de la persona, vienen y allanan las casas”.

El uso de fotografías nos remite a los orígenes de la policía, siendo casi tan antiguo como la cámara oscura. Podríamos decir que el lombrosianismo autóctono tiene su genealogía desde la galería de delincuentes (léase, de inmigrantes) de la capital elaborado por Fray Mocho a fines del siglo XIX, pasando por las fichas de las personas (militantes sociales) consideradas como “subversivas” por parte de las Fuerzas Armadas durante la dictadura, muchas de las cuales hoy están desaparecidas (el Decreto Nº 1019 dictado por Onganía en 1967 ordenó la creación de los álbumes). Y en la actualidad, por las fuerzas de seguridad que obtienen todo tipo de imágenes (de manera ilegal) de personas pertenecientes a los sectores vulnerables que viven en determinada zona y sólo por esa razón pasan a ser portadoras de sospecha; es decir, sus rostros conforman un libro de fotos de posibles peligrosos que se correspondería con poblaciones marginales (no es necesario que sean reincidentes, en los allanamientos, detenciones por averiguación de identidad, la policía obtiene fotos).

Los álbumes de fotos de presuntos peligrosos, además de violar derechos constitucionales e introducir un criterio de selectividad discriminatorio, resultan una herramienta de baja calidad probatoria, pues el margen de error que generan es muy amplio y más que un modo orientativo se convierte en un sesgo o placebo para las víctimas. Lo que quiero decir es que hay fiscales que compran este tipo de recetas policiales, dejando la puerta abierta para el “armado de las causas” a personas inocentes, sólo porque figuran en estos álbumes de fotos.

Claro que para algunos, en la guerra contra el delito todo vale, y los álbumes de fotos con personas pobres dan imagen de “efectividad” a las autoridades y a la población; permitiendo a la policía seguir reproduciendo consumo de estereotipo e introducir en los expedientes recorridos que siempre llevan a los mismos lugares, donde opera el derecho penal subterráneo cargado de los peores prejuicios sociales (nunca un ladrón de guante blanco, nunca un blanco, nunca un rubio).

Esta cuestión no es reciente y como defensor público me ha tocado denunciar este tipo de prácticas en muchísimas oportunidades (incluyendo a fiscales); especialmente sobre personas menores de edad, logrando que en la provincia de Buenos Aires queden taxativamente prohibidas desde 2011. También he asistido a situaciones en las que se involucra a personas inocentes al serles exhibidas fotos a las víctimas que más tarde en el juicio (luego de una larga prisión para el señalado en la foto) la propia víctima entra en duda y se llega a la absolución. El caso más impactante que me tocó asistir fue el de Gabriel Roser, un pibe que vivía en los márgenes de La Plata y que estuvo un año preso como consecuencia del señalamiento en una foto, hasta que con ayuda del Colectivo de Investigación y Acción Jurídica (CIAJ) se demostró en el juicio que era inocente y que la foto fue la única culpable.

El margen de error al exhibir fotos de poblaciones reducidas y por criterio clasista es muy amplio, la práctica tiene capacidad de sesgo y se presta al armado de causas a inocentes, por lo que también sirve como forma de chantaje policial (“si no robás para mí vas a estar en el álbum”). Por eso las técnicas de identikit hablado, o el dibujo de rostro (técnica de Bertillón) son las más confiables cuando existen “autores ignorados” de un delito. Echar mano a álbumes de fotos extraídas en forma espuria a los pobres es una mala práctica que habla de una fuerza policial desprofesionalizada y de fiscales prestos a avalar el clasismo y la demagogia.

Como dijo alguna vez Michel Foucault, “el saber es poder” y, aunque pasado de moda, Lombroso sigue teniendo arraigo en muchos imaginarios de saber-poder discriminatorios. En la era tecnológica y de Facebook, en la que los rostros quedan encriptados como si nada, la Justicia no debería permitir el “todo vale”, ni frente a las víctimas ni frente a los victimarios. Fiscales que avalan este tipo de prácticas contra los sectores populares no sólo especulan y delegan, sino que siguen aferrados a lo peor del pasado. Mejor que se vayan.



Julián Axat es Defensor juvenil de La Plata. Poeta.

miércoles, 30 de octubre de 2013

30 años de democracia, ley de medios y Néstor Kirchner



LA RESISTIBLE ASCENSIÓN DE UN SUEÑO
(30 años de democracia, ley de medios y Néstor Kirchner)

Por Julián Axat

Nunca más oportuna la constitucionalidad de la ley de medios en un momento bisagra de la institucionalidad Argentina. Tres momentos: Se cumplen treinta años de democracia. Acaba de finalizar un período electoral que proyecta un mapa político. El recuerdo y el homenaje de Néstor Kirchner, a tres años de su fallecimiento. La constitucionalidad de la ley de medios irrumpe en escena en este contexto, insisto, bisagra.

Ayer, luego de leer una nota de opinión de Horacio Verbitsky, volví a leer la obra de teatro de Bertold Brecht, La resistible ascensión de Arturo Ui. Pensé entonces en la ley de medios y en la necesidad de la profundización del cambio iniciado en 2003, para los diez años que vienen. Pero también pensé en las formas que tienen los personajes más simples de ser inflados por un aparato gangsteril y corporativo para dar imagen y canalizar prejuicios sobre el suelo fértil en el que operan esas corporaciones que quieren una Argentina para pocos. Personajes que venden soluciones simplificadas a esos prejuicios de banalidad social fabricados por grupos concentrados, que cincelan el precipitado ascenso del personaje simple en poderoso político, encarnando la tracción-proyección de todos los odios y un poder para excepcionar las conquistas.

Ya ocurrió varias veces en la historia Argentina, pero esta vez participan formas de comunicación y aparatos del slogan que toman distancia de la base de sustentación política, para trasformarla en miedo, en temor, en seguro. El huevo de la serpiente nace desde adentro del propio proyecto político y se separa como antítesis en otro que no asimilamos y comienza su ascenso. Es la grieta que por errores y contradicciones propias permite colarse al proyecto negador, engendro no neutralizado a tiempo. La vigencia plena de ley de medios es el piso para fortalecer a la democracia conquistada en estos 30 años, a la larga coadyuva a neutralizar los factores de poder que permiten la ascensión de un Arturo Ui; aunque con la ley no baste; es necesario recrear el sueño y la transmisión.

Néstor dijo algunas cosas que “la astucia y la razón” de intelectuales de derecha perciben como “especulación”: “no vine para dejar mis convicciones en la puerta de la casa rosada” (un legado distinto para los que hacen de la política una forma de vida y dejan todo por la transformación, un compromiso ético que trasciende lo personal hasta incluso donar el cuerpo); “Vine a proponerles un sueño” (un legado de nuestros padres en la realización de un proyecto que entiende la política como sueño y profecía) “soy hijo de una generación diezmada, de las madres y las abuelas” (el problema generacional de los que se hacen cargo de una generación que fue golpeada, y la necesidad de transmitir un mensaje a la siguiente que la debe continuar-profundizar). Hablar un lenguaje que tome estas tres premisas históricas es el desafío (generacional) para hacer-construir una forma propia de emancipación política que incluya a los jóvenes y acerque el puente que –tarde o temprano- decidirá Cristina. Ojalá la astucia, el coraje y el compromiso con los más humildes, las conquistas de estos últimos diez años, sean la potencia que permita revertir la ascensión de un Arturo Ui.

Dejo el epílogo de Brecht: "Respetable público: aprendamos a ver, en vez de mirar como borregos. En vez de charlar, bla, bla, bla, bla, bla, debéis actuar. Lo que habéis visto estuvo a punto, de dominar el mundo aún no hace tantos años. Los pueblos terminaron por tener la razón, pero nadie puede cantar victoria antes de tiempo. ¡Todavía es fecundo el vientre que parió el suceso inmundo! Respetable público: aprendamos a ver, en lugar de mirar como el cordero que marcha al matadero."