lunes, 31 de diciembre de 2018

MURGA ESA TE LA DEBO Sos la desgracia de esta Nación



CANCIÓN DEL GORILÓN

En campaña te prometía
Cuidar tu empleo y tu salario
Muchos globitos, mucha alegría, oh
Era la revolución del amor…

A los dos días juez por decreto
A las mineras fuera retención
Para los pobres un tarifazo, si
Y sin laburo te quedaste vos

Para los buitres nos endeudamos
Devaluó el peso y subió la inflación
Con tu sueldito ya no haces nada, no
Ya llegó el cambio vino el gorilón, oh!

GORILON, MAURICIO GORILON
GORILON, MAURICIO GORILON
GORILON, MAURICIO GORILON
SOS LOS 90s SOS DE TERROR

Tenés tu cerco, ya no hay ley de medios
No hay presupuesto para educación
A la cultura la clausuraste, oh
Para las huelgas, la represión

Lava su guita en las Bahamas
A las Malvinas las abandonó
Se despegó de la patria grande, si
Y al negro Obama se la mamó, no!

SOS LA DESGRACIA DE ESTA NACION
GORILON, MAURICIO GORILON
GORILON, MAURICIO GORILON
GORILON, MAURICIO GORILON
SOS LA DESGRACIA DE ESTA NACIÓN…




viernes, 30 de noviembre de 2018

GUILLERMO SAAVEDRA La parla es el derecho de las bestias


Emmanuel Jean-Michel Frédéric Macron in Argentina y cosa (Fuente Infobae)


UNA BESTIA IMPUNTUAL EN FRANCA PARLA

Mesié le president, je sui la viz.
Le notre chef n’avé podí venir
me il me dié pur vu cet suvenir:
la camiset de Boq e un longaniz.

Je coné bian Parí, me ici Cristine
me fe parir avec ses bruts discurs.
Si vu vulé comprer dans Carrefour,
je iré avec vú feliz, será divine.

Mesié pe allé tranquil pur la cité:
madame Bullrích rajó les kirneristes,
especialmón les pobres e otres quistes,
regardé bian: ce tut bian desolé.

Me por favor ne me demande rian:
je sui un bolude rodant, je ne comprand!


A TRES TURROS CON TOGAS Y ENTONGADOS

Un Carnevale, un Urso y una Viña,
tres garnachas con togas y entongados
con la mafia oficial, han despreciado
el derecho a justicia de una niña.

Obtusos, machiturros y alcahuetes,
todo le cabe menos el respeto
a esta espesa indecencia hecha terceto
que entrega con su fallo hasta el ojete.

“Que hayan violado y luego asesinado
a una piba indefensa, no es seguro”.
Esa es la conclusión de estos canguros,
de este trío de abortos chacinados.

Justicia proveerá, lacras con panza,
en el culo de ustedes tres balanzas.

Saudi Crown Prince Mohammed bin Salman arrives in Buenos Aires for G20 (Fuente Infobae)


NI SIQUIERA UN BUEN CIRCO

     Más allá de constituir una vergüenza en sí mismo y de ser la emergencia muy posiblemente inducida del componente mafioso y fascista que anida en nuestra sociedad y, en especial, en ciertas formas de la política, el triste episodio del atentado contra el ómnibus en que viajaban los jugadores de Boca el sábado pasado y sus no menos patéticas repercusiones y derivas dejan en claro, entre otras cosas, dos rasgos esenciales de este gobierno de lacras con polainas. Por un lado, su inagotable irresponsabilidad, en este caso, al afirmar alegremente que un partido como ese se podía jugar con público visitante (sin olvidar el hecho de que las fuerzas de seguridad de la Ciudad y de la Nación abandonaron al micro a su propia suerte). Y, por el otro, su infinita torpeza para ejercer la crueldad, al no tener siquiera la capacidad de ofrecer a la sociedad un gran espectáculo circense como esa final –sino apenas su imposibilidad, su clausura– para tender una espesa cortina de humo que tape episodios gravísimos de los últimos días como los asesinatos de los militantes de la CTEP Rodolfo Orellana y Marcos Soria, el obsceno e inadmisible fallo en el juicio contra los violadores y asesinos de Lucía Pérez y la masacre de –hasta el momento– 9 presos en el incendio de una comisaría de la localidad de Esteban Echeverría, ante la pasividad criminal de la policía y la indiferencia del ministro Ritondo y la gobernadora Vidal.
     Mientras tanto, los porteños nos preparamos para vivir durante varios días en una ciudad sitiada para recibir a la peor mierda del poder mundial. Y, a quienes tengamos la osadía de manifestar contra este hecho, se nos hace responsables de antemano de la seguridad a la hora de ejercitar nuestro derecho a manifestarnos.
     “El estado de derecho te lo debo”, nos dice una vez más esta brochette de sociópatas. “Y ya que estamos, el circo también”.


LA AUTOCRÍTICA EMPIEZA POR CASA

     Después del notable discurso de Cristina en el Foro de Pensamiento Crítico, cundieron, junto con los elogios, y en menor medida pero considerables, críticas envenenadas hacia ella por haber preferido el concepto de “pueblo” como superador de la antinomia “izquierda/derecha”, por haber señalado que hay que considerar tanto a los pañuelos verdes como a los celestes y rechazar el antagonismo entre “los que rezan y los que no rezan” y, sobre todo, por no hacer una muy reclamada autocrítica de sus 8 difíciles años de gestión.
     Es curioso: quienes así se manifiestan, o bien hablan desde la comodidad de sus casas, en una red social que solo les pide el mínimo esfuerzo de teclear durante unos instantes para garrapatear unas frases con intención de argumento; o bien tuvieron, en la selva espesa de la realpolitik algún papel, mayor o menor. A ninguno de ellos los alcanza, pareciera, responsabilidad alguna, como si hubiesen sido espectadores inocentes de una realidad que los contiene y que, en tal sentido, los implica en lo que sucede.
     Todos somos parte de esta realidad atroz y a todos nos cabe, por integrarla, alguna clase de responsabilidad.
     Pedirle a Cristina, que debió enfrentar, en especial durante su segundo gobierno, las presiones y condicionamientos más grandes, los intentos de desestabilización más terribles de un poder real y su hegemonía mediática y las contradicciones y defecciones inevitables de un movimiento complejo como el peronismo, una autocrítica, en un momento como este además, donde creo que de lo que se trata es de reunir voluntades y crear consenso para la consolidación de un frente que logre recuperar el poder político perdido, es como reclamar a un equilibrista en el ejercicio de su riesgoso acto que se ponga a lavar su ropa sucia.
     Sugiero, con toda la humildad del caso, que todos aquellos tan propensos a alzar sus deditos índices ante cada declaración o acto de Cristina que empiecen por revisar sus propios dichos y sus actos propios, a repasar qué hicieron o no hicieron o dijeron cuando fue necesario frenar esta avanzada de un neoliberalismo turro y letal y qué es lo que hacen o dicen ahora para mejorar nuestras posibilidades de cambiar el actual estado de las cosas. Yo personalmente, con dolor y vergüenza, aprovecho para admitirlo: no hice lo necesario, no pensé ni dije lo suficiente.
     La autocrítica, queridos amigos y compañeros de la vida y de las redes, debe empezar por casa. Y el índice, si no es capaz de señalar el piojo en propia testa, es mejor guardarlo allí donde no llega la luz del sol.


Guillermo Saavedra (Buenos Aires, 7 de octubre de 1960). Poeta, escritor…

JOSÉ ANTONIO CEDRÓN El territorio de la poesía



POÉTICA Y LIBROS Apuntes sobre la producción actual



     Cuando me invitaron a participar en esta mesa me asignaron como tema referirme al “libro en el contexto actual”, una propuesta que supera mi responsabilidad. Entonces, por respeto a mi ignorancia, voy  a decir algo acerca de lo que creo tener opinión, la poesía, la misma que de un tiempo a esta parte sigue esperando (y merece) una atención más plena a los interrogantes que tienen lugar en la cultura.  
     La poesía puede ser uno de los pájaros de nuestra memoria pasada y presente dada la velocidad del viento en el tiempo que nos toca. Pero por todo ello, advierto que apenas tenemos borradores donde seguimos apuntando y corrigiendo. Porque el poema se hace con palabras que no ausentan el mundo que hubiera pensado.
     Pero “hubiera” es una suerte de contemplación benemérita del deseo. Ante su reiteración, recuerdo, en la revista Plural, de México, alguna vez llegamos a la conclusión de que “el hubiera es el tiempo pluscuanpendejo del verbo ni modo”.
     Visto así, el afuera parece haber dejado de pertenecer al adentro en un segmento considerable de la producción actual, observando cómo responde el autor a las nuevas subjetividades, que compartimos como lectores en esta especie de resumen general de los olvidos. Y también observamos cómo la audiencia crítica (que alguna vez tuvo referentes) se ha empobrecido.
     La expansión del librismo culturoso hecho sólo de palabras es una más de las expresiones que ocupa la desolación del arte contemporáneo.
     Esto habla del mercado y del lector, de sus escuchas.
     Edward Albee hace unos años estuvo en México. Entonces, nos dijo que “el público está entrenado para la mediocridad (para lo superficial y lo estúpido)”, pero también dijo algo más inquietante: “que en su país existe una política dirigida expresamente a destruir la educación estética. La democracia es muy frágil y los políticos están asustados; como consecuencia los intelectuales y artistas creativos están siendo sometidos a una censura que será difícil de parar.    De momento -agregó, el teatro, el arte de calidad, han tenido que refugiarse en pequeños foros porque sus espectadores, sus lectores, están siendo capacitados para exigir cada vez menos”.
     Por esta y otras razones (de no menor peso) me siento habitante de un mapa determinado por el compromiso al que se refiere el dramaturgo.
     Más recientemente, y audaz, el español Ballester Moreno me dejó a la intemperie: “el arte se separó tanto de la vida que ya no representa nada”, dijo.
     La fidelidad conservada por Canetti en La conciencia de las palabras se pierde como se pierden los oficios.
     El árbol de la vida no puede leerse construyendo artificios.
La poesía tiene un follaje que no se alimenta sólo de palabras, sino de todo aquello que habita en ella y con ella, entonces cobra peso y significado.
     Quinientos años después de que nos trajeran a Dios, con el mismo incentivo de progreso, los patrones culturales dominantes la verbalizan y descompletan hasta colmarla de muletillas contractuales. Son los nuevos guionistas del espíritu. Que se pueden leer como ráfagas inconclusas que se suceden cuadro a cuadro en una pesadilla.
     Muchos aprendimos que la sensibilidad poética resuelta por medios sencillos convierte en íntima la comunicación compleja. El “asunto” exige rigor y, tal parece, cada vez tiene menos adeptos. Y ese rigor, también obliga a defenderlo no sólo con consignas. Vieja y difícil tarea que se teje sobre el cuerpo de la imagen simbólica.
     El territorio de la poesía es un lugar al que van pocos, y llegan menos, como los pasajeros de una diáspora.
     En simultáneo, existe una defensa ingenua, superficial, que trae consigo la educación meramente instrumental que se ha venido construyendo casi sin oposición o con indiferencia del proceso donde tiene lugar y desarrollo. Y la multiplicación de talleres donde la subjetividad no excede la exposición rudimentaria.
     Hace veinte, treinta años (un pestañeo en la Historia, una vida en  nosotros) muchos que escribían, pintaban, cantaban… decían tener un hobby. Hoy publican, exponen, realizan conciertos, sin el humilde reconocimiento de entonces como pasatiempo reservado a los ratos de ocio.
     Con el desarrollo exponencial de los medios y las redes, un segmento considerable de promotores, asistentes, participantes, califica sus eventos como “noche mágica”: una franquicia de Disney que saca a pasear versos que siempre llegar tarde donde nunca pasa nada.
     La devaluación de la moneda, escuchamos, devalúa la vida. Por lo que no sería aventurado suponer que los comportamientos del lenguaje quedan fuera de esa devaluación.
La tecnología impuso la aceleración de la imagen y redujo los caracteres hasta pulsiones primarias.
     La edición de libros no escapa a este fenómeno, se ha convertido en uno más de los artefactos de certificación que conceden pertenencia. Legitimación ilusoria que a mucha gente le permite confundir un poeta con quien escribe poemas, por ejemplo.
     Sin dejar de reparar en la responsabilidad que le cabe a buena parte de la docencia en esta domesticación anunciada.
En medio de una diversidad engañosa, en horario Triple A (más cerca de las creencias que de la reflexión), la habituación a los modos de comunicación dominantes ha sumido a la escritura (como a otras expresiones del arte) en un espacio del tilingüismo cultural tal vez irremediable. La opción (sin decirlo expresamente) elude aquello de que las preguntas valen tanto como las respuestas que puede ahorrar.
     Me temo que el atajo (menor exigencia crítica, responsabilidad, compromiso…) nos trajo hasta aquí.
Y nos informa acerca de la fortaleza que ejercen las voluntades ajenas sobre la vida y el destino individual.
     Celebrando las paradojas que nos asaltan con frecuencia (en esta encrucijada) podríamos inferir que el presente se ostenta tan ignorante como pretencioso. No tomar nota de lo que ofrece su escenario es, “sería”, como exigir que el fuego no se entere del viento.



Participación en la mesa organizada por el colectivo del Encuentro de Escritores La luna con gatillo, para la presentación del libro Barricadas de palabras y otros textos, de Leonardo Herrmann, en el Centro Cultural de la Cooperación en el mes de noviembre de 2018
José Antonio Cedrón (Buenos Aires, 1945). Escritor y poeta

Foto: Jmp

viernes, 23 de noviembre de 2018

CAMILA RAGAZZINI Silvio Rodríguez en Avellaneda



VOLVIÓ SILVIO

     Mis dedos son torpes. No los empujo a parodiar melodías porque apenas pueden sostener sin romper lo que apoyo en mis manos. Mis oídos no registran notas pero logran conversar con las canciones, aunque en ocasiones frustra y adormece sueños infantiles, es quizá uno de los logros más interesantes.

     En casa la computadora rezaba el Windows ‘98, no reproducía más que puteadas. Para escuchar melodías teníamos un equipo de música y varios cds con un contenido tan azaroso que generaba más confusión que ver una monja manejando una 4x4.

     Entre esos estaba el disco Mano a mano. Cantaban Luis Eduardo Aute y Silvio Rodríguez en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid; y parieron dos discos que escuché durante mi adolenfancia. Son las únicas canciones que reproduzco sin trastabillar en letras y ritmos, curioso, porque aunque escuché mil veces las letras del trovador cubano aún enredo la lengua intentando seguirlo. 

     En ese contenido azaroso había otros (h)artistas que no revelaré por vergüenza pero que igual les agradezco por no opacar, en las décadas que correspondan mi vida, a Silvio. “Pequeña serenata diurna”, “Sueño con serpientes”, “Te doy una canción”, “La maza”, “Óleo de mujer con sombrero”, “El necio”. Son algunas de las canciones que iban a conversar conmigo años después. También estaba “Ojalá” que grité ignorando su melodía cuando me rompieron el corazón por primera vez, y con dulzura -desafinada- cuando logré reconstruirlo.

     Tenía entradas hace unos meses para el Luna Park, pero festejé muchísimo cuando me enteré que un tipo que huele a callejuela y mantel nos ofrecía un Silvio en harapos, para todos. Llegué a casa luego de la noticia y puse uno de los conciertos que más me gusta: Ensayos y encuentros de 1985. No sé por qué. Tiene millones de encuentros que estremecen hasta pieles cubiertas de botox. Será quizás porque está llena de jóvenes irreverentes que cantan sus canciones con fuerza y a destiempo, agitando pañuelos felices, porque la historia era otra, o porque su camisa negra recién abrochada en el cuarto o quinto botón me genera una revolución hormonal propia de “desnuda y con sombrilla”.

     Suena y recuerdo mi particular gusto: “yo soñé con aviones que nublaban el día justo cuando la gente más cantaba y reía” (…) “Si pienso que fui hecho para soñar el sol (…) ¿Cómo es posible que duerma entonces entre saltos de angustia y horror?”. Converso, como intento hacer siempre. Pienso cuantas veces di amor a la militancia y cuantas me ha devuelto sobresaltos de angustia. Cuántas veces pregunté cuánto quedará de pesadilla. Por un segundo creo en las palabras que intentan prevenir a nuestra juventud de la eterna rueda latinoamericana y los dolores repentinos. Silvio charla ahora en mi cabeza mientras suena otra canción; casualmente vienen a convidar a arrepentirnos pero nosotros siempre preferimos jugar a lo perdido. Me río cuando dice, en la canción que resuena en la computadora y no en mi cabeza: “echaron basura en nuestro verde jardín (…) si capturo al culpable de tanto desastre lo va a lamentar”.

     Es una identificación clara “verde” y “jardín” pero teniendo en cuenta la coyuntura argentina me remite a otro verde y otro jardín. Sobre todo cuando, descarado y amenazante, le anticipa el lamento al culpable. Así es como sonamos las mujeres en el mundo. Descaradas, amenazantes.

     Vuelvo un poco en las canciones porque duele que el tuerto mande entre ciegos y apuntalen la vieja moral… “Mi amor es todo cuando tengo, si lo niego o lo vendo ¿Para qué respirar?”.

     Silvio volvió y nos tentó a subir a un techo para presenciar desde un palco inventado el espectáculo que llevaba cuadras enteras. Levantando pañuelos. Cantando. Preguntando por Brasil. Silvio volvió y nos reparó por un ratito el corazón, en un escenario que quedará echando raíces en la memoria.

     Silvio volvió y ahora sé que no importa cuántas veces soñemos con serpientes si siempre habrá una fiesta en harapos que nos devuelva la alegría. Nos los dice un hermano que ha sangrado con nosotros. Nos los dice un cubano, lo dice un amigo.

La Plata, octubre / noviembre de 2018


El domingo 28 de octubre Silvio Rodríguez ofreció un concierto gratuito en Avellaneda.
Leemos en el portal Avellaneda (la foto de cabecera corresponde a este sitio):
Nadie, ninguna de las más de 100 mil personas que estuvieron ayer en la avenida Belgrano olvidará el regalo que Silvio Rodríguez le hizo al pueblo de Avellaneda una noche de octubre de 2018.
Familias enteras llegaron desde temprano con mate y reposeras bajo el puente Crucesita, sobre la avenida Belgrano, y coparon las plazas Lolita Torres y Ucrania y transformaron media ciudad en un gigantesco auditorio.
El trovador cubano junto a su banda brindaron un show de dos horas y media con las mejores de sus canciones, nuevas, viejas e inéditas. Fue una fiesta inolvidable, en la que Rodríguez emocionó al público con clásicos como Ojalá, Óleo de una mujer con sombrero y muchas más. “Buenas tardes a todos, todas y toditos”, saludó el músico y poeta ante los miles de aplausos. “Asumo este concierto como uno de aquellos que hacemos en los barrios de La Habana”, dijo y la ovación tapó el sonido de sus palabras.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue cuando el poeta cubano entonó Eva y espontáneamente la multitud elevó los pañuelos verdes. Al final de la canción las 100 mil personas reclamaron “aborto legal en el hospital”.
La fiesta había comenzado antes de la aparición de Rodríguez. Emiliano del Río, la oriunda de Avellaneda Patricia Malanca y el jujeño Bruno Arias calentaron la previa. Y también lo hizo la venezolana Cecilia Todd, presentada nada menos que por el propio Silvio.
“Nuestra América es nuestra y Silvio nos viene a abrazar para llenarnos de amor revolucionario”, dijo Paola Gallo, presidenta del Espacio de la Fraternidad Argentino Cubana (EFAC), junto al presidente honorario, Atilio Borón. Y agradeció a la Municipalidad por el esfuerzo en la organización del recital.
El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, también aportó unas palabras antes del show de Silvio. “Es necesario recuperar la alegría en estos tiempos de persecución de líderes de la región. Necesitamos unirnos para recuperar a la Argentina en el camino de nuestros próceres, como San Martín, Artigas, Perón, y los luchadores populares, como el Che Guevara. Estamos de pie y vamos a luchar por la dignidad, por la libertad, por el trabajo”, expresó.
El embajador de Cuba en Argentina, Orestes Pérez Pérez, estuvo en el recital, además de personalidades del mundo artístico y político. Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, actores y actrices, cantantes, legisladores, intendentes, y todo el gabinete municipal.
El espectáculo fue declarado de Interés Municipal a través del Decreto 3185/18, y el Honorable Concejo Deliberante declaró a Silvio Rodríguez como Visitante Ilustre de Avellaneda.
“Asumo este concierto como uno de aquellos que hacemos en los barrios de La Habana” (Silvio Rodríguez)

jueves, 15 de noviembre de 2018

GUILLERMO SAAVEDRA Está fea la cosa




A UN PEQUEÑO TERESO CON AJUSTE

La breve humanidad de este sorete
devenido Ministro de no Haciendo
otra cosa que continuar cojiéndo-
nos a todos a pulso y con membrete

hoy se acercó otro paso hacia el abismo.
Reunido con un grupo de empresarios,
alzando el garfio zafio de corsario,
su voz de marioneta con bruxismo

graznó como quien caga entre los yuyos:
“¡Nunca se hizo ajuste como este
sin que caiga el gobierno!”. Que te presten
otro culo, Dujovne, porque el tuyo

va a quedar malherido cuando pierdan
y te hagamos tragar tu propia mierda.


A UNA VIEJA SOFÓVICHA PETERA

Después de haber rifado el culo propio
y tras recauchutarlo en santa misa,
un gato arrepentido catequiza
prohibiéndonos el culo y hace acopio

de estrábicas metáforas con vasos
de culo para arriba. Pareciera
que esta otrora sofóvicha petera
ahora mira con pánico el pedazo.
Vidriosa militante antiabortista,
le teme al sexo hablado en las escuelas.
Rabiosa defensora de Videla,
profesa la picana evangelista.

Vas a morir, Barreto, ajusticiada
por el culo con hostias consagradas.


A UN RACIMO DE GORDOS ENTREGUISTAS

Caterva de Garompas Timoratas
plegadas en sus propios culos tuertos,
son virus, ex triunviros, son pejertos
lastrando como tenias saginatas.

Dos años masajeándose las bolas,
dos años y diez meses hasta un paro,
huelguita paseandera y con reparos:
“¡Muchachos, negociemos, no hagan olas!”

Y ahora, reculando y en ojotas,
acaban de entregar alegremente
la lucha y los reclamos de la gente
por un bono pedorro y en dos cuotas.

Enciérrense y no salgan, mierda espesa:
van a quedar sin culo y sin cabeza.


“ESTÁ FEA LA COSA”, MAULLÓ EL COSO

Desde el fondo oxidado de su uretra,
con su voz de puré contaminado
por el jugo rectal de un afiliado
y un aire de ladilla que penetra

cautelosa en el pubis de una monja,
el forúnculo en plan de presidente
se expidió una vez más como un demente
prendido con fervor a una toronja:

“Está fea la cosa”, maulló el coso,
como si comentara una desgracia
lejana en las planicies de Croacia
y no su propio oficio criminoso.

La cosa que le espera sí que es fea:
un choto bien cebado en gonorrea.


A UNA CAMPERA HEDIONDA EN SU DERRUMBE

En el Congreso hiede una campera:
está llena de mierda y graves pedos
que dan forma al obtuso Alfredo Olmedo,
desgracia elemental, lacra sojera.

Gargajo que avergüenza a su saliva,
machista sin orgasmos, resentido
negrero, mataputos, malparido,
xenófobo, milico, grasa ortiba,

ayer nos dio por fin una alegría:
rodeado por la mafia evangelista,
este escroto de huevos de golpistas
se vino abajo en plena santería.

Así vas a morir, triste tereso:
hundiéndote en tu mierda entre dos rezos.


SE SABE: QUIEN MAL ANDA, MAL SE TRAVA

Un émulo de Onán en motoneta,
frotándose en su púlpito decrépito,
acaba de estrolarse con estrépito
por perpetrar un tuit con la bragueta.

Ahíto ya de pijas, abrió el tuiter
queriendo denunciar a Garavano,
y el torpe y catastrófico gusano
posteó a una trava hurgándose el upite.

Coleóptero flambeado en mala leche,
marisco acalambrado en Radio Mitre,
jamón disfuncional y sin pupitre,
las redes hoy gozaron su escabeche.

Así vas a morir, mierda confesa:
clavado al espolón de una traviesa.


A UN TORDO VASCO, TURRO Y GENUFLEXO

Basta verle la cara de pescado,
triste boga frizada en la heladera
dispuesta a abrir sus nalgas a cualquiera
que abastezca su culo membretado,

en el que gira esquiva una veleta
moviéndose al capricho de los ricos:
esta ave negra besa con el pico
las vergas del poder que lo sujeta.

Cansado de mandar en cana gente
sin pruebas y sin fe, por “convicciones”,
ahora esconde tenaz los papelones
de Mariu Vidalita delincuente.

Morirás, Irurzun, vasca morcilla,
de exhorto perforado y de rodillas.


A UN NEGRERO CAPÓN Y MATAPUTOS

Bolso lleno de escrófulas golpistas,
flor milica crecida en la desgracia
de insultar con fervor la democracia,
de mentir patoteando a los petistas;

mataputos, racista y camorrero,
verga renga inflamada por O Globo
azuzando el fascismo de los bobos,
culo en llamas celoso de su aujero;

sarpullido irritado en la tortura,
maldicente cloacal, fruta vendida
en el triste mercado de homicidas
que hoy se crece, que duele y que supura:

morirás reculeado por mil negros,
con tu hijo, tu esposa y tus dos suegros.


A UN MEQUETREFE INFAME E INFATUADO

Con su nombre de pila y depiladas
sus cejas como un chulo de opereta,
esta esquirla mendaz de espiroqueta
con las nalgas al bies y enmantecadas,

esta iguana que trepa y no es cerveza,
este enser proctológico y confeso
con cara de galleta y poco seso
se atreve a convidarnos sus certezas:

“Que paguen los queridos ciudadanos
la falta de ganancias de los dueños
del gas y sus agentes panameños.
¡Igual, pagarán menos en verano!”.

Gaseado morirás, pila de mierda,
colgado por las bolas de una cuerda.


A UN AVECHUCHO CRUEL Y PATITIESO

Si es un Pato es criollo y patotero
esta carne de anchoa alcoholizada:
cada paso que da es una cagada
en la pálida vida del villero.

Chacinada en un bol de estreptococos,
esta fétida y podre butifarra
se atrinchera en la tele y despilfarra
cachiporras y estigmas a lo loco.

Hoy salió a revolear la muletilla
de la droga planeando una matanza:
“Son lo mismo los narcos y los transas
que te venden un faso en una villa”.

Patovica, patita patitiesa,
morirás con el culo en la cabeza.


Guillermo Saavedra (Buenos Aires, 7 de octubre de 1960). Poeta, escritor…

miércoles, 14 de noviembre de 2018

GUSTAVO LUPANO Elijo ser barricada y no asesino





La gente se está apagando
aceptando males equivocados.
Cada uno ve los fantasmas que necesita
y cada uno libera sus monstruos.
Tan jueces en la mirada.
Tan médicos en el abrazo.
Tan policías en el deseo.
No alcanza el espanto.
No alcanza el hambre.
No alcanza la reja.
Ningún dios en la casa de los dioses.
En ese pasaje fronterizo de la náusea al vómito,
donde el miedo constitutivo de nuestra especie
reina patrón, abdicó al método.
La retransmisión se agiganta cegadora y perversa.
Llega siempre nutricia.
El discurso patada.
El discurso egoísta
sobre los cuerpos impactados
de pequeñas realidades escenificadas.
Cada uno será un asesino antes que una barricada.
Con el mínimo interés
las violencias se ofertan
para dormir la vida
sedada en fármacos químicos, digitales
y de reproducción masiva.
La enfermedad reclama sus trozos.
Numeritos de la economía de mercado
brotados de miedo.
Listos para el linchamiento
antes que para el abrazo.
Olvidaron la dicha,
olvidaron lo lúdico,
olvidaron la rebeldía.
Despojados de toda humanidad,
erramos en ladrar cuidando al amo.
Erramos en reinventarnos victimarios,
bajo bandera de la histeria colectiva.
Hace tiempo que he perdido de vista las orillas
ocupado en el viaje, el cuerpo y la palabra,
alejado de ese entramado vincular
que vuelve a existir en el rencor,
regocijado y convertido en turba.
Ni esta, ni ninguna de las próximas noches,
elegiré el miedo.
No celebraré con mis vecinos
vestidos de verdugos y gerentes.
Por el lado de la vida maltratada,
por el lado de la vida violentada,
por el lado más bestia de la vida,
todavía busco un poco de amor.
La gente se está apagando.
Elijo ser una barricada y no un asesino.


LA TAREA ES TRANSFORMAR LA BASURA EN BELLEZA

Mis enemigos no leen poesía
Marisa Wagner

El tiempo de los asesinos
arrogante se arranca las uñas
y las escupe sobre nosotros
como una niebla.
Su sombra canalla
es un cielo ajeno.
La provocación nos obliga
a ensayar la irreverencia
de la mirada amorosa,
y a amigarnos con la vida
sin la marca del espanto.
Con el alma en la tormenta
habrá que mirar el cielo,
las lombrices nutrirán la tierra
y reclamaremos.
Los piedrazos sobre
los puentes cortados,
esos piquetes nidos que nunca
pudieron ser hogar,
saldrán de los anecdotarios
para reescribir
el largo soneto libertario inconcluso.
Y pelearemos,
aún sabiendo que los caminos
ya no se cortarán en protesta de nada,
sin que algunas cabezas rueden.
De esa agua podrida
habrá que sacar la vida.
Hacer del tiempo precario
un deseo fuera de las redes.
Y de la mañana,
un claro derecho a la subversión
como nos enseñó Vicente.
Empuñar la creatividad
como un tenedor para el banquete
será pertinente y liberador.
Y que en el desmadre,
lo que nazca sea por fin
una geografía más inclusiva.
Hasta entonces será cuestión
de preguntarnos seriamente
si toda nuestra vida
no ha sido o está siendo
una equivocación.


Gustavo Lupano nació en la provincia de Neuquén hace 40 años. Los dos poemas forman parte de su libro Las horas como bestias, 2018.