A
UN PEQUEÑO TERESO CON AJUSTE
La breve
humanidad de este sorete
devenido Ministro de no Haciendo
otra cosa que continuar cojiéndo-
nos a todos a pulso y con membrete
hoy se acercó
otro paso hacia el abismo.
Reunido con un grupo de empresarios,
alzando el garfio zafio de corsario,
su voz de marioneta con bruxismo
graznó como quien
caga entre los yuyos:
“¡Nunca se hizo ajuste como este
sin que caiga el gobierno!”. Que te presten
otro culo, Dujovne, porque el tuyo
va a quedar
malherido cuando pierdan
y te hagamos tragar tu propia mierda.
A
UNA VIEJA SOFÓVICHA PETERA
Después de haber
rifado el culo propio
y tras recauchutarlo en santa misa,
un gato arrepentido catequiza
prohibiéndonos el culo y hace acopio
de estrábicas
metáforas con vasos
de culo para arriba. Pareciera
que esta otrora sofóvicha petera
ahora mira con pánico el pedazo.
Vidriosa
militante antiabortista,
le teme al sexo hablado en las escuelas.
Rabiosa defensora de Videla,
profesa la picana evangelista.
Vas a morir,
Barreto, ajusticiada
por el culo con hostias consagradas.
A
UN RACIMO DE GORDOS ENTREGUISTAS
Caterva de
Garompas Timoratas
plegadas en sus propios culos tuertos,
son virus, ex triunviros, son pejertos
lastrando como tenias saginatas.
Dos años
masajeándose las bolas,
dos años y diez meses hasta un paro,
huelguita paseandera y con reparos:
“¡Muchachos, negociemos, no hagan olas!”
Y ahora,
reculando y en ojotas,
acaban de entregar alegremente
la lucha y los reclamos de la gente
por un bono pedorro y en dos cuotas.
Enciérrense y no
salgan, mierda espesa:
van a quedar sin culo y sin cabeza.
“ESTÁ
FEA LA COSA”, MAULLÓ EL COSO
Desde el fondo
oxidado de su uretra,
con su voz de puré contaminado
por el jugo rectal de un afiliado
y un aire de ladilla que penetra
cautelosa en el
pubis de una monja,
el forúnculo en plan de presidente
se expidió una vez más como un demente
prendido con fervor a una toronja:
“Está fea la
cosa”, maulló el coso,
como si comentara una desgracia
lejana en las planicies de Croacia
y no su propio oficio criminoso.
La cosa que le
espera sí que es fea:
un choto bien cebado en gonorrea.
A
UNA CAMPERA HEDIONDA EN SU DERRUMBE
En el Congreso
hiede una campera:
está llena de mierda y graves pedos
que dan forma al obtuso Alfredo Olmedo,
desgracia elemental, lacra sojera.
Gargajo que
avergüenza a su saliva,
machista sin orgasmos, resentido
negrero, mataputos, malparido,
xenófobo, milico, grasa ortiba,
ayer nos dio por
fin una alegría:
rodeado por la mafia evangelista,
este escroto de huevos de golpistas
se vino abajo en plena santería.
Así vas a morir,
triste tereso:
hundiéndote en tu mierda entre dos rezos.
SE
SABE: QUIEN MAL ANDA, MAL SE TRAVA
Un émulo de Onán
en motoneta,
frotándose en su púlpito decrépito,
acaba de estrolarse con estrépito
por perpetrar un tuit con la bragueta.
Ahíto ya de
pijas, abrió el tuiter
queriendo denunciar a Garavano,
y el torpe y catastrófico gusano
posteó a una trava hurgándose el upite.
Coleóptero
flambeado en mala leche,
marisco acalambrado en Radio Mitre,
jamón disfuncional y sin pupitre,
las redes hoy gozaron su escabeche.
Así vas a morir,
mierda confesa:
clavado al espolón de una traviesa.
A
UN TORDO VASCO, TURRO Y GENUFLEXO
Basta verle la
cara de pescado,
triste boga frizada en la heladera
dispuesta a abrir sus nalgas a cualquiera
que abastezca su culo membretado,
en el que gira
esquiva una veleta
moviéndose al capricho de los ricos:
esta ave negra besa con el pico
las vergas del poder que lo sujeta.
Cansado de mandar
en cana gente
sin pruebas y sin fe, por “convicciones”,
ahora esconde tenaz los papelones
de Mariu Vidalita delincuente.
Morirás, Irurzun,
vasca morcilla,
de exhorto perforado y de rodillas.
A
UN NEGRERO CAPÓN Y MATAPUTOS
Bolso lleno de
escrófulas golpistas,
flor milica crecida en la desgracia
de insultar con fervor la democracia,
de mentir patoteando a los petistas;
mataputos,
racista y camorrero,
verga renga inflamada por O Globo
azuzando el fascismo de los bobos,
culo en llamas celoso de su aujero;
sarpullido
irritado en la tortura,
maldicente cloacal, fruta vendida
en el triste mercado de homicidas
que hoy se crece, que duele y que supura:
morirás reculeado
por mil negros,
con tu hijo, tu esposa y tus dos suegros.
A
UN MEQUETREFE INFAME E INFATUADO
Con su nombre de
pila y depiladas
sus cejas como un chulo de opereta,
esta esquirla mendaz de espiroqueta
con las nalgas al bies y enmantecadas,
esta iguana que
trepa y no es cerveza,
este enser proctológico y confeso
con cara de galleta y poco seso
se atreve a convidarnos sus certezas:
“Que paguen los
queridos ciudadanos
la falta de ganancias de los dueños
del gas y sus agentes panameños.
¡Igual, pagarán menos en verano!”.
Gaseado morirás,
pila de mierda,
colgado por las bolas de una cuerda.
A
UN AVECHUCHO CRUEL Y PATITIESO
Si es un Pato es
criollo y patotero
esta carne de anchoa alcoholizada:
cada paso que da es una cagada
en la pálida vida del villero.
Chacinada en un
bol de estreptococos,
esta fétida y podre butifarra
se atrinchera en la tele y despilfarra
cachiporras y estigmas a lo loco.
Hoy salió a
revolear la muletilla
de la droga planeando una matanza:
“Son lo mismo los narcos y los transas
que te venden un faso en una villa”.
Patovica, patita
patitiesa,
morirás con el culo en la cabeza.
Guillermo Saavedra (Buenos Aires, 7 de octubre de
1960). Poeta, escritor…