lunes, 28 de agosto de 2017

Adiós al poeta y compañero Marcelo Vernet



HAY UN BARQUITO…

Hay un barquito varado en el Museo Municipal
de San Fernando de Nuevitas. Hace años
trajo siete toneladas de armas para la Revolución.
Los amigos me dicen que puede servirnos
para llegar a Malvinas. No las armas, el barquito
que se llama "Ya lo ven". Y me aclaran el nombre
para que vea que es más fuerte de lo que parece:
Ya lo ven que se puede.


LA LUNA DESDE AQUÍ

Amigos, la luna
ha ido trepando tan despacio
el tilo de la puerta de casa
que en el barrio, creo,
nadie, salvo yo, la ha visto.

Los que pasan,
los que sólo se asoman
un instante a la ventana,
la ven de pronto
redonda luna llena
de quietud.

Y no es así.

No sé otras lunas
en otros barrios.
No sé, Memo, tu luna
allá en Australia.
No sé qué hace, Emilio,
la luna en Bahía Blanca.
Acá en mi cuadra trepa
de rama en rama el tilo.

No sé otras lunas
en otros techos.
Pero esta noche me hace bien
estarme así de quieto,
el alma echada junto al perro
que apoya su cabeza en mis caricias.

La luna, amigos,
se posa ahora en la delgada
rama de la torcaza
y la rama se curva al peso de su luz.

Voy a seguir aquí para verla volar.



Marcelo Vernet (La Plata, 18 de agosto de 1955 – 28 de agosto de 2017).

martes, 15 de agosto de 2017

Raúl Orlando Artola, Un acto de amor



ESCRIBIR ES UN ACTO DE AMOR

     Escribir es igual que amar. Es tan difícil como amar. No se puede enseñar ni se termina de aprender nunca.

     Cada vez hay que empezar de cero. Cada acto de escritura o de amor son únicos y la experiencia no sirve para nada. Siempre somos aprendices.

     Podemos cometer menos torpezas con el tiempo: no se puede avanzar mucho más.

     Las dificultades son siempre las mismas: qué hacer, cómo decir, para que lo que hagamos, para que lo que digamos, sea verdadero, no tenga al ego por delante, le sirva a otros y sea digno de recordar.


     Ah, y que la empresa no nos fatigue tanto como para hacernos creer que ya no vale la pena.


Dedicado a Cristina Kirchner