domingo, 14 de julio de 2013

Alberto Szpunberg, dos poemas de Como el clavel del aire

Por eso el hombre elige la mesita de la calle...
                                               
Por eso el hombre elige la mesita de la calle
y observa las mutaciones del mundo en su derrumbe:
las pequeñas ramas hienden el aire y son raíces
que auguran catedrales de bosques gigantescos.
Sí, el hombre aún cree y cambia la brújula por la veleta
para saber exactamente la hora y el rumbo de irse.
La moza se para en la puerta del bar y lo mira:
el último destello se arremolina en su bandeja.



Él querría decirle que, algún día, se sentará ella a la mesa... 

Él querría decirle que, algún día, se sentará ella a la mesa
y será él quien le pregunte qué desea y ella quien le diga:
"un poema, por favor, corto de agua y ausente de llanto".
"Así era ella –le aclarará el poeta–, igual que una flor",
y todo será más claro, acaso el aire, el clavel, esta historia,
aunque en mi cabeza no deja de volar un pájaro insomne,
y me vuelvo por última vez para contemplar tanta belleza.


.
¿Qué razón siente un poeta para seguir adelante con la creación poética en tiempos raros para la poesía?

AS – La eterna razón de la sinrazón... La corazonada, digamos... Y no, no son tiempos raros para la poesía... Al contrario, Conrado: en un país que está viviendo un momento apasionante, en medio de una izquierda desenfocada y una derecha detestable, con añoranzas golpistas, los grandes ausentes, penosamente, son los poetas... Ellos se lo pierden.. Y en cuanto a la poesía, avanti morocha, avanti los claveles del aire...

1 comentario:

  1. qué maravilla encontrar a alguien que sabe decir lo que uno siente y no sabe poner en palabras, gracias.

    ResponderEliminar