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martes, 19 de febrero de 2019

GUILLERMO SAAVEDRA “Estamos más mejor que con Cristina después de haber rifado la Argentina”

La inmundicia no descansa

UN PELOTUDO EN GIRA POR LA INDIA

Un cajetilla al pedo por Oriente
dio en recalar en tierra de brahamanes,
y fiel a su prestigio hizo desmanes
de los que el pelotudo no es consciente.

Hizo chocar un tren con una vaca
–allí, donde las vacas son sagradas–
y en tren de continuar con sus cagadas,
¡Vaca Muerta ofreció el triste maraca!

Allí donde la indómita Cristina
vendió tecnología a cuatro manos,
este infeliz proyecto de gusano
apenas vendió tres kilos de harina.

Los indios le abrirán muy bien el poto;
los indios de estas pampas, con mil chotos.



ES LA MIERDA DE SIEMPRE, MÁS MIERDOSA

Son los canas de siempre, son la yuta:
ese caldo crecido en la pobreza
que jamás se cocina con grandeza
y que ofrece coartada al hijo ‘e puta.

Pero el denso frangollo corrompido
desde siempre en la cloaca del sistema
hoy se ceba en su práctica de enema
con la venia de turros malparidos.

Hoy la cana es más gorra y más taquera
porque un combo de loca marca Pato
y un boludo al que todos llaman Gato
les abrió con vehemencia la tranquera.

Hoy la cana es más mierda y es más dura:
palo y gas… y se afanan la verdura.


FOLÍCULO DE MIERDA MANDÓ FRUTA

Este bolo fecal de la saraza,
este gladiolo emético y guampudo,
este amargo muñón de pelotudo,
errático cual pedo en la terraza,

huevo muerto de liendre analfabeta
empollado en las bolas del imperio
y crecido en el turbio falansterio
de la sórdida runfla reconcheta,

volvió a vender sin fe carne podrida:
“Estamos más mejor que con Cristina
después de haber rifado la Argentina”,
gorjeó con voz de verga desnutrida.

Vas a morir, folículo de mierda,
trincado por derecha y por izquierda.


FALSA CHETA VENCIDA EN LA VITRINA

Esta cholga adherida a las pelotas
de un tilingo y mil fiolos en cadena;
esta momia precámbrica y obscena
con sus gélidas nalgas en compota;

esta absurda melliza de sí misma,
falsa cheta vencida en la vitrina
de una inicua y mefítica Argentina
que se ceba secándonos la crisma;

este arcaico chucrut con botulismo
da su vida, nos dice –por si acaso
le quedara de vida algún retazo–,
si con darla no gana el kirchnerismo.

Ya estás muerta, lampazo de los garcas,
en la triste mesaza de las Parcas.


DOS MAFIAS QUE SUPURAN Y EYACULAN

Crecidas en la noche imperdonable
de Videla, de Agosti y de Massera,
cebadas en la fiesta interminable
de la patria incivil y financiera,

estas dos mafias dizque periodistas
supuran, pedorrean y eyaculan
su speech de rastacueros y rentistas,
militando el ajuste en sendas mulas.

Uno elogia el comer de la basura;
al otro lo emociona que una nena
violada se convierta en madre en pena:
son un regüeldo de la dictadura.

Van a morir, Magnetto y Bartolito,
flambeados por mil chongos en Fiorito.


TRUFA RENGA CURTIENDO A LOS DOCENTES

Tuneada en el estilo macritrucho,
una chuleta aviesa y abombada
vino a seguir cortando en rebanadas
la educación común con un serrucho.

Sorete encorsetado y taciturno,
perpetra una gestión que la deschava:
avanza con el curro de UNICABA
y cierra la inscripción a los nocturnos.

Ahora sale a engrupir a los docentes
mandándoles patéticas esquelas:
“Nosotros no cerramos las escuelas”,
dice esta trufa renga y maloliente.

Hay en su nombre una verdad desnuda:
Acuña Soledad esta conchuda.


UN FLEMÓN QUE VUELVE A VENDER HUMO

El saqueador serial –terca lamprea
adherida en un tic desaforado
a la teta indefensa del Estado–,
con su cara de cuis con menorrea

y un DNU flameando en el ojete,
vuelve a intentar vendernos humo en barra.
Estéril cascarón de butifarra,
graznó sin que le tiemblen los juanetes:

“Si no salió por ley, saldrá con fritas:
a aquel que esté acusado de corrupto,
de narco o kirchnerista, en dos eructos,
le vamos a sacar toda la guita”.

Flemón de comadreja desvelada,
vas a morir trincado en La Salada.


UNA MOJARRA OCIOSA SE DEFIENDE

Esta merluza vieja y desconchada,
alfeñique concheto y en capilla,
engendro de un mafioso con ladillas,
ha vuelto a hacer lo que más hace: nada.

Mojarra aluvional, moco adherido
a la ganancia turbia de los garcas,
rascándose sus bolas de monarca
de los boludos pálidos, perdido

en su ambición de grasa analfabeta,
se expidió como siempre, farfullando:
“¡No entienden que yo estoy vacacionando
de un año de hacer fiaca y en chancletas!”

Vas a morir de franco: no de padre,
sino en la concha espesa de tu madre.


UN BOQUERÓN CON PASMO INMOBILIARIO

No hay bozal que sosiegue esa bocota
donde caben diez chotas y una idea:
manducarse al pasar la Gran Aldea
hasta dejarla seca y en pelotas.

No le basta con los profesorados,
ni con cinco hospitales y el zoológico,
este matungo zafio y patológico
en cada espacio verde ve un mercado.

Buzón ciego de pasmo inmobiliario,
acaba de cargarse los nocturnos,
ese costado frágil, taciturno
del lastimado brazo secundario.

Para esta Navidad, harán juguetes
los negros de la calle con tu ojete.


UNA MOLLEJA SECA Y ENTREGUISTA

Tilingo amamantado con la leche
cortada de un murciélago cipayo,
este Ser sale fétido cual rayo
del ojete de un tordo en escabeche.

Sale raudo a entregar soberanía
en cuatro patas, recibiendo mecha
del poder que lo usa y lo desecha,
muñeca inflable de la oligarquía.

Sale pronto y servil, sale con fritas
a regalar con moño las Malvinas
en un tuit que avergüenza y lo incrimina
como otra escolopendra cambiemita.

Molleja entregadora: ex combatientes
te empalarán por turnos, lentamente.


UNA TILINGA MUESTRA SUS SILLITAS

La sacaron por fin de la cajita
donde despunta un sueño de muñeca
–Barbie sudaca, culo de manteca–
para jugar un rato a las visitas.

Disfrazada de fina, la negrera
fue surfeando la Hola con la gracia
de su awada y fingida aristocracia
cual bondiola flameando en la fiambrera.

Consumada la fiesta de la entrega
del país embalado con cariño,
la explotadora en jefe de los niños
peló un proyecto noble de estratega:

ni escuelas ni hospitales, solo sillas,
sillitas decoradas por ladillas.


UN FESTIVAL DE GAGS Y DEPENDENCIA

En la ciudad sitiada por un pato,
tuneada en modo Disney con esmero,
con los rotosos y choriplaneros
gritando desde lejos “¡Macri Gato!”,

se juntaron sin gracia los pesados
a repartirse el mundo a dentelladas.
Fue un festival brutal de astracanadas
con Mauri y la Michetti diplomados

en boludez supina y obsecuencia:
la vice farfullando en frangentino,
y el Gato en claro orsai ante los chinos,
pidiendo a gritos guita y dependencia.

Frutilla para el postre fue su llanto:
no lloró por amor, fue por espanto.


Guillermo Saavedra (Buenos Aires, 7 de octubre de 1960). Poeta, escritor…

viernes, 28 de septiembre de 2018

JULIÁN AXAT Justicia por Omar Cigarán




EL JUGUETE DE OMAR CIGARÁN

Poco tiempo antes
de que Omar Cigarán fuera asesinado
por un escuadrón de la policía bonaerense
estuvo detenido en el Centro Almafuerte
donde fabricó en un taller de juguetes
un auto de madera
con el que dio rienda suelta a su imaginación
y viajó a distintas partes del mundo
mirando la ventana desde su celda
en su descapotable rojo y amarillo
El día que salió en libertad
no lo llevó consigo
hoy solo queda una foto de aquel juguete
que no retrata la inocencia
sino la crueldad del destino
la forma o circunstancia de la muerte
digitada por la divina miseria de los hombres
pues por esas alteraciones del tiempo y la materia
el objeto ha mutado en las manos de otro como Omar
convertido quizás en otro extraño objeto
que ya no podemos identificar





miércoles, 25 de julio de 2018

GUILLERMO SAAVEDRA Reptil que flota en las letrinas

Reunión cumbre al borde de nuestro abismo: Christine Lagarde y Mauricio Macri



A UN CANALLA LLAMANDO A LOS MILICOS

Este turbio aprendiz de espiroqueta
macerada en mil sífilis ajenas,
este ramo de abortos en cadena
mascarón de una runfla recoleta,

este ojete perplejo hecho figura
de una clase perversa y mal cebada,
este auténtico emblema de la nada
que saquea mintiendo y que perdura

en su rabia voraz y en su rechazo
de virtudes, derechos e ideales,
es un mero rejunte de caudales,
es la patria cayéndose a pedazos.

Esta mierda es atroz y se le nota:
es el turro y fatal Gato con Botas.


A UNA LACRA NARANJA Y CRAPULOSA

Este reptil que flota en las letrinas
del mundo del dinero, embalsamado
en su éxtasis rapaz y anaranjado,
ha vuelto a trapichear en la Argentina.

Sensual como un gusano en una llaga,
deseable como el beso de una anchoa,
inmune a las lisonjas y a las loas,
es lesa humanidad, es una plaga.

Convicta en su país, hizo del Fondo
su cueva accidental, una coartada
voraz. Es una almeja embelesada
por la guita veloz y el lucro hediondo.

No vino por turismo esta bacteria,
llegó a traer dolor, deuda y miseria.


A UN CERO ENEMISTADO CON LAS CIFRAS

Lo pérfido es lo propio de este chulo,
tampón sobrenadando en mingitorios
sin gracia, sin virtud, sin envoltorio,
mentón partido al medio como un culo.

Subió igual que los gases de la estufa,
estafa radical, serrucho en mano,
y rápido, más pronto que temprano,
peló su inclinación por la garufa.

Gestor indigerible de cultura
peleado con Pitágoras a muerte,
los números jamás fueron su fuerte:
la suma la aprendió en la Dictadura.

“¡No fueron treinta mil los de mi aporte,
apenas nueve mil!”, chilla el consorte.


Guillermo Saavedra (Buenos Aires, 7 de octubre de 1960). Poeta, escritor…

Promoción de la Cultura Argentina

viernes, 20 de julio de 2018

EDUARDO DALTER Marines en Buenos Aires


MARINES EN FLORIDA Y DIAGONAL


     Los vi en los diarios lejanos de la década de los arduos ’60, desembarcando firmes en la Rep. Dominicana y avanzando en Santo Domingo con sus siempre listas metralletas y con sus cascos, rubios todos, mascachicles y justicieros; después los vi… (en verdad nunca dejé de verlos), entre escombros, entre la muerte, siempre entre la muerte, desde Vietnam hasta Laos y Camboya, y después Grenada, Panamá, Somalia, Yemen, Irak, Afganistán, Libia… como los fieles representantes de la noche cerrada, la barbarie, y el despojo. Jamás imaginé que vería a uno, en verdad vi a 5, personalmente, en esta vida, pero la historia es ésta, ésta la infamia, y éstos los tratados puercos con que están desbarrancado y haciendo migas y polvo al país…


Buenos Aires, julio de 2018.-

lunes, 28 de mayo de 2018

Roque Azcurraire, Un plan premeditado, para venir a reprimir

Roque Azcurraire

NOS TORTURARON, OTRA VEZ

     Hace dos noches que vengo atrapado en la misma pesadilla: una secuencia espeluznante que decidieron grabar en mi propia casa, volviéndome protagonista del miedo que comenzó cuando uno de mis sobrinos apareció corriendo desesperado, porque la Prefectura había golpeado a su hermano arriba del colectivo. Alertados por su agitación, varios vecinos salieron hasta la avenida Iriarte para exigir explicaciones ante un ejército de fantasmas armados, sin identificación. Nada nuevo. Nada raro. Nada casual.

     Mi casa está ubicada en un pasillo de la Villa 21. Y ese pasillo nace justo en la casa de Iván Navarro, nuestro compañero torturado hace dos años por esta misma Fuerza, que hace una semana tiene a 6 prefectos en el banquillo de los acusados por esa causa. O sea, lo torturó la Prefectura y hoy lo cuida la Prefectura, ¿entienden? Pues justo ahí, se les dio por empezar a reprimir el tumulto de personas que habían agitado ellos mismos, con sus maltratos a los chicos. Al principio, traté de apaciguar los ánimos mediante el diálogo, pero poco a poco iban cayendo más y más uniformados, con escudos antidisturbios. No había delito, ni conflicto, ni nadie para perseguir: había un plan premeditado, para venir a reprimir. Así, de una, comenzaron a repartir palazos a mansalva y balazos de goma contra la casa de Iván, donde además vive su papá, que debe declarar el próximo viernes.

     Lejos de cualquier heroísmo, decidí resguardarme junto a los míos en mi domicilio porque lógicamente me asusté, pero nunca imaginé que también ellos irrumpirían en el pasillo, apaleando mujeres y niños, hasta llegar a mi puerta. Sin orden judicial, ¡la rompieron a patadas! Y trataron de señalar que utilizábamos un palo para defendernos, cuando el único palo que había era la "llave" que cierra desde adentro nuestra casa, donde vivimos tres familias juntas, sin cerradura.

     Ante los ojos brillosos de mi sobrinito, embistieron contra todos nosotros, pegándole a mi cuñado, manoseando a mi hermana, arrastrándome por el piso, lastimándonos a todos. Invadidos, literalmente, por quienes vienen a "cuidarnos", terminamos nadie sabe cómo detenidos por vaya a saber uno qué delito y fuimos trasladados hasta la garita en Luna y Luján, padeciendo la misma práctica que aplicaron en los 6 casos de tortura que La Garganta denunció en mi barrio, sólo entre abril y mayo: el "levantamuertos". Gas pimienta en los ojos y esposas en las manos, para vernos retorcidos en el piso. Yo les rogaba que me quitaran las esposas para poder respirar, porque necesitaba frotarme la cara, que se me quemaba en un ardor insoportable. Pero se mataban de risa: "Callate, negro de mierda, que no pasa nada, es todo psicológico", me decían, entre patadas y trompadas.

     Al llegar a la garita, nos tiraron en el piso y hacían fila para golpearnos. Nos obligaban a repetir nuestros nombres, entre rodillazos a las costillas. Y después otra vez, entre pisotones en los pies. Y después otra vez, entre patadas a los tobillos. Y después otra vez, entre piñas a la cabeza. Gritando, como pude, intenté decirles que tengo una hendidura en el cráneo y podían matarme si seguían haciendo eso. Pero la respuesta fue más clara todavía: “Por eso lo hacemos, porque a ustedes hay que matarlos".

     Después de tres horas, mientras un patrullero paseaba a mi hermana por toda la villa, sin avisarle a mis compañeros, ni a mi familia, que la seguían buscando, me trasladaron hasta la Comisaría 30 junto a mi cuñado Pablo. Y sinceramente, otra vez lejos de todo heroísmo, mi desesperación era tan grande que sólo les repetía en el patrullero: “Ya está, basta, si me van a matar, mátenme, pero mátenme ahora”. Yo no hice nada. O sí: luché, luché y voy a seguir luchando, para que nunca más ningún villero deba sufrir esta mierda.
No tengo dudas que me pasa por pobre y me pasa por negro, pero también me pasa por no callarme la boca y por seguir abriendo La Garganta, para que nuestro grito retumbe por todos lados.

     Porque sí, nos pueden encontrar muertos,
     ¡pero nunca nos van a encontrar callados!


Roque Azcurraire,  fotógrafo de La Garganta Poderosa, secuestrado por la Prefectura, aún detenido en la U28.

miércoles, 23 de mayo de 2018

Al final del túnel la luz



Al final del túnel la luz de
FMI
REPRESIÓN
AJUSTE
BASES NORTEAMERICANAS EN EL SUR
BUITRES
CANALLAS
CARPETAZOS
CENSURA
CIPAYOS
CLARÍN
COMPRA DE ARMAMENTOS PARA REPRIMIR AL PUEBLO
CORRUPCIÓN ESTRUCTURAL
CORTE SUPREMA
DEPENDENCIA ECONÓMICA
DESOCUPACIÓN
DESPIDOS
DESTRUCCIÓN EDUCACIÓN PÚBLICA
DEUDA EXTERNA
DEVALUACIÓN
DNU
ENTREGA RECURSOS NATURALES
ENTREGUISMO
EXPLOTACIÓN
GATILLO FÁCIL
GENOCIDAS
GUARIDAS FISCALES
HAMBRE
INJUSTICIA SOCIAL
LA NACIÓN
LABORATORIOS
MAGNETTO
MEDICAMENTOS
MISERIA
MONOPOLIOS
NEOLIBERALISMO
OLIGARQUÍA
PERFIL
PRENSA CANALLA
PRESOS POLÍTICOS
RECORTES
RICOS PARA LOS RICOS
SOCIEDAD RURAL
TARIFAZOS
TERRORISMO DE ESTADO
MMLPQTP

lunes, 12 de marzo de 2018

Miguel Ángel Estrella, Mi corazón tucumano se revuelve de indignación




     Conozco suficientemente La Bombilla por la tarea que realiza desde hace años la ONG Música Esperanza. 

     Mi corazón tucumano se revuelve de indignación frente al asesinato del niño Facundo (Burgos) de 12 años, ejemplar estudiante y buen jugador de fútbol, con ansias de progresar a partir de su inminente ingreso al secundario.
     Esta brutalidad policial con su racismo discriminatorio que desgraciadamente aparece en algunas capas de la sociedad tucumana, es la antítesis de lo que predicó Cristo, que tiene en el actual Papa Francisco un representante de alta espiritualidad.
Pongan punto final a estas situaciones que nos llevan a un caos provincial y nacional.
     ¿Serán capaces las autoridades de explicar esto sin mentirnos?
     La carta de la abuela de Facundo va a ejemplificar en el mundo el dolor y la dignidad de ese sector popular.
     Estoy de corazón junto a esa familia admirable. 


.


sábado, 10 de marzo de 2018

El dolor crece en el mundo a cada rato



LOS NUEVE MONSTRUOS

Y, desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora, voraz,
es el dolor dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de ser, dolernos doblemente.

Jamás, hombres humanos,
hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera,
en el vaso, en la carnicería, en la aritmética!
Jamás tanto cariño doloroso,
jamás tanto cerca arremetió lo lejos,
jamás el fuego nunca
jugó mejor su rol de frío muerto!
Jamás, señor ministro de salud, fue la salud
más mortal
y la migraña extrajo tanta frente de la frente!
Y el mueble tuvo en su cajón, dolor,
el corazón, en su cajón, dolor,
la lagartija, en su cajón, dolor.

Crece la desdicha, hermanos hombres,
más pronto que la máquina, a diez máquinas, y crece
con la res de Rosseau, con nuestras barbas;
crece el mal por razones que ignoramos
y es una inundación con propios líquidos,
con propio barro y propia nube sólida!

Invierte el sufrimiento posiciones, da función
en que el humor acuoso es vertical
al pavimento,
el ojo es visto y esta oreja oída,
y esta oreja da nueve campanadas a la hora
del rayo, y nueve carcajadas
a la hora del trigo, y nueve sones hembras
a la hora del llanto, y nueve cánticos
a la hora del hambre y nueve truenos
y nueve látigos, menos un grito.

El dolor nos agarra, hermanos hombres,
por detrás, de perfil,
y nos aloca en los cinemas,
nos clava en los gramófonos,
nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente
a nuestros boletos, a nuestras cartas;
y es muy grave sufrir, puede uno orar...
Pues de resultas
del dolor, hay algunos
que nacen, otros crecen, otros mueren,
y otros que nacen y no mueren, otros
que sin haber nacido, mueren, y otros
que no nacen ni mueren (son los más).
Y también de resultas
del sufrimiento, estoy triste
hasta la cabeza, y más triste hasta el tobillo,
de ver al pan, crucificado, al nabo,
ensangrentado,
llorando, a la cebolla,
al cereal, en general, harina,
a la sal, hecha polvo, al agua, huyendo,
al vino, un ecce-homo,
tan pálida a la nieve, al sol tan ardio!
¡Cómo, hermanos humanos,
no deciros que ya no puedo y
ya no puedo con tanto cajón,
tanto minuto, tanta
lagartija y tanta
inversión, tanto lejos y tanta sed de sed!
Señor Ministro de Salud: ¿qué hacer?
¡Ah! desgraciadamente, hombres humanos,
hay, hermanos, muchísimo que hacer.


César Vallejo (1892 - 1938)
Facundo Burgos (2006 - 2018)

Gracias Guillermo Saavedra (Buenos Aires, 7 de octubre de 1960):
“…algo vamos a tener que hacer entre todos, además de acunar en estos foros nuestro propio dolor y albergar el dolor de las víctimas de cada atropello de estos canallas.”