sábado, 30 de junio de 2018

GUILLERMO SAAVEDRA Estos días miserables


Foto de Oscar Taffetani, periodista despedido de Télam

EL HUERTO PROPIO Y EL BIEN COMÚN

Estos días miserables, repletos de injusticias, atropellos y avasallamientos, parecen no dejar espacio para que cada cual trabaje su huerta íntima, haga las paces con sus demonios, teja el sueño capaz de zurcir aquello que la vida rasga en cada uno cada día. Tal vez la más triste manifestación de nuestra derrota actual sea precisamente el sentirnos compelidos a renunciar a la intimidad, a darnos vuelta como un guante hacia una exterioridad urgente y muchas veces trastabillada en la confusión, el desasosiego y el resentimiento, y por eso mismo imprecisa y un poco desesperada. Queremos salirnos de nosotros mismos y enhebrarnos en una respuesta colectiva, una sintaxis común que logre formular esa oración compleja y necesaria para detener la agonía de estos tiempos atroces. Pero los liderazgos y la unidad imprescindibles se hacen desear, tal vez porque la hora reclama una estatura y una lucidez que nadie hasta ahora ha sabido tener. Y esa frustración nos lleva con excesiva frecuencia a erigirnos en jueces de los demás porque gritan un gol de Messi, celebran un triunfo personal, o sencillamente necesitan poner momentáneamente entre paréntesis el horror del presente común para preparar una sopa, escribir un poema, levantar una pared, lavar una camisa, cantar una canción, amarse con alguien, o dormir una siesta. Y de ese modo olvidamos que lo primero que deberíamos conseguir es ser mejores para nosotros mismos. No como una reivindicación del individualismo sino como una reconciliación con lo mejor de cada uno. Quizás así logremos que ese gol, ese triunfo, esa sopa, ese poema, esa pared, esa camisa, esa canción, ese amor, o esa siesta nos den la convicción que nos ayude a no resignarnos, a continuar amasando una resistencia incondicional, paciente pero firme, y solidaria con tanta humanidad cesanteada, abusada, excluida, engañada, enferma y silenciada por este gobierno de gente malparida.


MILAGRO QUE SE CRECE Y SE HACE SALA

Les jode que sea negra y sus ovarios
tengan la dignidad que a ellos les falta;
les duele que sea india y los exalta
que le haga frente a un juez o a un comisario;

los pierde que ella sola haya creado
trabajo y bienestar para los pobres;
los mata el solo pronunciar su nombre,
le temen a su ejemplo sublevado.

Le inventan quince causas por semana,
la quieren ver con la cabeza gacha.
Pero a ella no la corren con bombachas
ni todas las miserias de estos ranas.

Desde hace ya dos años y seis meses,
cuanto más la denigran, más se crece.


A UN CANALLA ORGULLOSO CON SU FRULA

Fue progre brevemente esta monada,
lo que dura un eructo en un tornado:
una Franja Morada fue morada
transitoria de su orto enharinado.

Enseguida aprendió a juntar billetes
en Alianzas espurias. El turismo
fue su curro inicial. Pero el juanete
se impacienta jalando siempre el mismo

papelito y ahora es consumado
vaciador de organismos oficiales.
En su jeta de jabalí merqueado

se reflejan sus vicios y sus males:
hoy se ríe de haber desempleado
a trescientos y pico de estatales.


A UN CAFIOLO EN SU ELOGIO DEL TRABAJO

Con su cara de culo sempiterna,
este fiolo de cuna y vacaciones
permanentes, experto en defunciones
de empresas y el país que desgobierna,

hoy posó ante la cámara. Desnudo
de ideas propias o ajenas –nada nuevo–
espetó, con su voz de pelotudo
entrenada en decenios de hacer huevo,

que en la Casa Rosada “se” trabaja.
Fugazmente habitado por lo cierto,
admitió lo sabido este mamerto:
otros yugan allí, él se hace pajas.

Su gesto y ese “se”, todo concuerda:
lo dijo con su cara de oler mierda.



Guillermo Saavedra (Buenos Aires, 7 de octubre de 1960). Poeta, escritor…

jueves, 28 de junio de 2018

FERNANDO DELGADO Los días de frío no debiera morir nadie




LOS DÍAS DE FRÍO

Los días de frío
no debiera morir nadie
solidariamente lo digo
por el muerto y por los deudos.
Los días de frío
son para comer lentejas con chorizo
abrazarse con una mujer
con un amigo con un perro
sentarse bajo el sol
dejarse llevar por el camino de las hormigas
(ellas, parecen barquitos con velas gigantes
solidariamente lo hacen
porque nunca se dan por vencidas).
Los días de frío
no debiera morir nadie
habría que hacer un trencito
agarrarse de las ganas
y subir y bajar de los sueños
cuantas veces sea necesario,
hasta encontrarnos.
Los días de frío
habría que decir hasta pronto
solidariamente abrigarse
ante el desamparo la desigualdad,
contra los de siempre.
Los días de frío no debiera morir nadie.

Junio, 2018

26/06/18
JUAN CARR Y AUMENTO DE INDIGENCIA: “Ya hubo 5 muertos por hipotermia” (y recién empieza lo más duro). “Falta un acuerdo, no hacen falta grandes inversiones económicas. Comida nos sobra”. (...) “Empezó a haber una demanda de comida porque es un momento complicado. De comedores comunitarios recibimos más llamados. Hay más necesidades”. “Se produjeron cinco fallecimientos por frío en Argentina en las últimas semanas. Todos estaban en situación de calle”. (En diálogo con FM La Patriada)

miércoles, 20 de junio de 2018

GUILLERMO SAAVEDRA La luz al final del túnel

LA NACIÓN 2 de diciembre de 2015. Foto: Ricardo Pristupluk
Mauricio Macri presentó a todo su gabinete en el Jardín Botánico: "Es el mejor equipo en 50 años"



“ES UN EQUIPO DE GENTE VALIOSA, DE ARGENTINOS 
COMPROMETIDOS Y CON TRAYECTORIA. ES BUENA GENTE” 
(MMLPQTP)



A UN EXCREMENTO OSCURO CON MICRÓFONO

Frustrado por no entrar al Buenos Aires
y fracasar en toga leguleya,
este cateto es una zarigüeya
cacareando en los medios al desgaire.

Trepidó en la Ucedé, fue buey corneta
del sebáceo y radial González Oro;
masculló con Hadad, se hizo trompeta
solista repitiendo como un loro

que el crimen es el Otro, siempre y cuando
el Otro sea de izquierda o kirchnerista.
Afianza su afición regurgitando
en radios y en canales entreguistas.

Tumor sin extirpar del periodismo,
Ed Feinmann es un flan con botulismo.


EL COSO NOS EXPLICA: “¡PASAN COSAS!”

De golpe… todo es raro… tipo… coso:
veníamos muy bien, pero estos días
están pasando cosas... el mocoso
del dólar descosido. Ni mi tía

me explica por qué sufro tanto acoso.
Ya casi no desculo si es un caso
de gente que me acusa porque acaso
me caso con el Fondo aunque es costoso.

¡Que cacen los cosacos con casacas
y cascos a los locos que protestan
por cosas que ahora trae la resaca!
¡Veníamos tan bien, era una fiesta!

Soy Macri... el responsable de estas cosas
que están pasando... Tipo… no sé... cosas...

(e così via...)


A UN CAGADOR SUFRIENDO UNA DIARREA

Vean al torpe canalla en un video,
corriendo como rata por las vías
en procura de un baño, porque el reo
no retiene ni un pedo en estos días.

No se sabe si fue por Aranguren,
Sturzenegger o Paco Cabrera
–no hay un solo integrante que le dure
en su equipo de bestias camorreras–,

pero el caso es que el dólar se dispara,
su imagen ya se arrastra por el suelo,
en el Fondo, Lagarde está muy rara…
¡y en vez de brotes verdes, hay pañuelos!

Un día de justicia se aproxima:
el peor cagador se caga encima.


A UN PIRATA QUE VUELVE A SU ESCRITORIO

En medio de su pecho hay una concha:
no sexo femenino sino emblema
de la empresa que, con serena flema,
dirige desde siempre haciendo roncha.

Orgulloso piloto de clausuras
por miles de infracciones y tramoyas
–guiadas por la gula y por la usura
y no por no poder parar la olla–,

sufrió un gran cachetazo en 2005
y nunca perdonó tal agasajo:
se vengó del boicot con gran ahínco
zampando tarifazos a destajo.

Fue un recreo pasar por el gobierno
para este cuis con concha del infierno.


A UN TAHÚR CON CARA DE CANCHERO

Contra “los putos K”, llegó Caputo,
otra termita hambrienta y sobradora
macerada en el Newman, un canuto
capaz de reinventar la aspiradora.

Eviscerada escoria subhumana,
la levanta con pala y nos empala
desde cargos diversos. Ni su hermana
se salva si este pícaro se embala.

Atleta del off shore, rey sin corona,
del curro impune halló la panacea:
tira el centro que él mismo cabecea,
total... ¡Laurita Alonso lo perdona!

Llegó ahora al Central a hacer estragos,
diciendo: “¡Giles, otra vez los cago!”.


UNA BESTIA ORGULLOSA SE CONFIESA

No me pidan que piense, yo carezco
de toda intelección, soy un vacío
sin límites, ni freno. Yo padezco
de incomprensión dolosa. Hay un frío

tan profundo y perfecto en mi cerebro
que ni una salamandra lo calienta.
De vez en cuando intento y solo enhebro
alguna frase flaca y purulenta.

Para pensar está Durán el Barba.
Él me dice: “No pienses, Gabrielita.
No digas nada que, si alguno escarba,
descubrirá que sos de baquelita”.

Todos fuimos, de chicos, embriones.
Yo sigo siendo un feto con calzones.


A UN CAMALEÓN TELÚRICO Y SU CHANGO

Un camaleón telúrico y anémico
–su sangre alberga un solo Leucocito–,
actúa como un tero polisémico:
allá pone sus huevos y aquí el grito.

Fue rojo cuando serlo era tendencia,
guerrillas cultivó ya trasnochadas,
y luego celebró con diligencia
del Turco, las innúmeras trastadas.

Se colocó la Alianza unos minutos,
se divorció. Probó ser kirchnerista.
No le cupo la dieta en absoluto,
volvió a mutar en laucha cambiemita.

Es tero, es camaleón, es un sapito
saltando entre rastrojos con changuito.


A UN CANALLA QUE VIVE EN LA INTEMPERIE

El infame Dujovne Nicolás,
conocido desde hace muchos años
por su empeño en mandarnos a los caños,
cada día se esmera un poco más.

Se cebó picoteando en bancos varios
al calor de la ingesta menemista.
Fue asesor, consultor, contrabandista,
no es cv lo que ostenta, es un prontuario.

Consagrado a dejarnos sin un mango
convirtiendo en casino el país entero,
mientras manda su guita al extranjero,
él se arrastra ante el Fondo y en el fango.

Sin embargo, esta rata tiene frío:
hoy se supo que vive en un baldío.


PREGUNTAS A GLOBERTOS REINCIDENTES

Volvieron los del Fondo. Los llamaron
ustedes con su lógica globerta.
Durante doce años se quejaron
y ahora callan, más mudos que una puerta.

¿Esperan que el gurú de la alegría
les vuelva a inflar los globos con basura?
¿Insisten en comprar ese tranvía,
persisten en pensar contra natura? 

¿Qué harán el día en que este circo explote
y se los lleve puestos como a todos?
¿Van a correr ansiosos a los botes
empujando a los pobres con los codos?

¿Son garcas o tarados? Ambas cosas:
fascismo que supura y no reposa.


YA ESTAMOS EN EL FONDO, NUEVAMENTE

Ya estamos en el Fondo. No hay viveza
que quepa descubrir, es evidente:
nos dejarán en bolas nuevamente,
con más desolación y más pobreza.

Y el dólar que no para, y nuestra gente
cagándose de hambre, muerta en vida,
sin médicos, sin techo y sin comida;
y estas lacras triunfantes, sonrientes…

¿Dónde están, me pregunto, dirigentes
capaces de hacer frente a este aguacero?
¿Actuarán, cegetistas complacientes,
congresales y líderes rosqueros?

Que crezca desde el pie la resistencia,
con hechos, con palabras, con conciencia.


A UN PALURDO BOQUEANDO EN LA CORNISA
(¡Feliz día del periodista!)

Cuando expele su voz, se hace evidente:
es un débil mental calafateado
por la técnica estéril de un mercado
que transforma lo estúpido en vehemente.

Quiso ser periodista. No ha podido,
se quedó alcahueteando en la cornisa.
Desde allí trapichea longanizas
con su cara de culo mal zurcido.

Se dedica a pinchar conversaciones
telefónicas, íntimas, ajenas.
No le pidan que exponga reflexiones,
su cerebro es un páramo de arena.

Ni siquiera una pauta lo ennoblece:
se la paga Cambiemos y con creces.


A UN GORILA DE PIEDRA ENCANECIDA

Un compadrito espeso desempeña,
en esta banda rancia y cadenera,
el triste rol de lubricar zonceras
y suavizar el fuego echando leña.

No se sabe si es títere o maneja
los hilos del ingrávido Maurizio.
En todo caso ofende su artificio
de estar mojando siempre alguna oreja.

Impúdica es su facha cenicienta,
Anónima, su estirpe y su calaña:
allí donde hay un charco está su caña
pescando en aguas siempre fraudulentas.

Hoy la Peña la tuvo de mañana:
le encajaron olímpica banana.


A UN TURBIO INTERVENTOR DESAFORADO

Calcúlese la mierda que hay en “Triaca”
si “Aca” es en el norte igual a “Mierda”.
De un padre deleznable es la resaca,
no hay curro ni tajada que él se pierda.

Coherente en su diabólico legajo,
del Turco impronunciable fue soldado,
diezmó como PROficuo diputado
y funge de Ministro de Trabajo.

Campeón de intervenciones maniqueas,
dispone de su tropa a los insultos,
trafica, aprieta, humilla y nepotea
llevándose un vueltito en el tumulto.

No hay caja que él no vea como ubre:
mañana ordeñará la de insalubres.


EL MEJOR EQUIPO DE LOS ÚLTIMOS 50 AÑOS
"Allí estaban Rogelio Frigerio (designado en Interior), Patricia Bullrich (Seguridad), Jorge Lemus (Salud), Julio Martínez (Defensa), Germán Garavano (Justicia), Carolina Stanley (Desarrollo Social), Sergio Bergman (Medio Ambiente), Ricardo Buryaile (Agricultura), Pablo Avelluto (Cultura), Esteban Bullrich (Educación), Francisco Cabrera (Desarrollo Productivo), Susana Malcorra (Cancillería), Oscar Aguad (Telecomunicaciones), Jorge Triaca (Trabajo), Andrés Ibarra (Modernización), Juan Aranguren (Energía) y Alfonso Prat-Gay (Hacienda). Por estar de viaje, faltó a la foto Lino Barañao (Ciencia y Tecnología). Tampoco asistieron los designados en organismos descentralizados, pero dieron el presente Fernando de Andreis (Secretario de Gobierno), José Cano (Plan Belgrano) y los dos asesores de Peña en el gabinete: Gustavo Lopetegui y Mario Quintana".

Guillermo Saavedra (Buenos Aires, 7 de octubre de 1960). Poeta, escritor…












jueves, 7 de junio de 2018

PERIODISTAS Hubieran querido preguntar




PERIODISTAS: HUBIERAN QUERIDO PREGUNTAR


          “El campo del intelectual es por definición la conciencia. Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante y el que comprendiendo no actúa tendrá un lugar en la antología del llanto pero no en la historia viva de su tierra.” 



Rodolfo Walsh


martes, 5 de junio de 2018

LUIS FARINELLO El FMI, un ídolo que reclama sangre humana

Foto: Carlos Brigo



LA GOBLALIZACIÓN DE LA DESESPERANZA
(Fragmento)


La desesperación hace presa de muchos hombres. Muchos se acercan a la parroquia y me dicen:
-Padre, yo no quiero robar. Ayúdeme por favor, no tengo ni para la garrafa, hace frío, tengo un bebé.
¡Cuántos cientos de veces escucho esto! Gracias a Dios siempre hay almas generosas dispuestas a socorrer, a dar la mano. Siempre hay gente solidaria que comparte aún lo poco que tiene y juntos nos ayudamos a ayudar.

(…) Siempre hay una salida. (…)

Esto es lo que tenemos tener siempre presente, aún en medio de la desesperanza. Siempre hay salida. La vida es la vida y, valga la paradoja, hay que defenderla a muerte.

La desesperación es un sentimiento que se da con mayor facilidad entre las personas que conocieron otra manera de vivir. El pobre de la villa siempre pichuleó, sabe rebuscársela y sabe hasta ser feliz dentro de este sistema injusto. El caso típico de los que no se adaptan a circunstancias de pobreza que no conocían es el de un pequeño comerciante con su negocio en decadencia, fagocitado por los monstruosos hipermercados locales, que vendía muy poco y no le alcanzaba para pagar los gastos y además vivir. Para hacer frente a la situación decidió hipotecar su casa y con ese dinero reacondicionar el negocio y comprar más mercadería con la ilusión de mejorar sus ventas. Pero tampoco así vendía, la realidad es que no hay un mango en la calle y nadie compra nada, los que compran algo buscan el mejor precio que ofrecen los comercios masivos con los que él no puede competir, no pudo levantar la hipoteca y terminó perdiendo la casa.
 
En la desesperación más de uno echa mano a cualquier recurso. Me llaman para bendecir la casa, porque ven sombras en la pared, porque creen que el demonio entró, porque todo les sale mal. No reflexionan, se les cierra la mente. Como no tienen conciencia política de las decisiones que toma nuestro gobierno, no piensan en la influencia de los grandes grupos económicos, no se enteran que el FMI, un ídolo que reclama sangre humana, la de los pobres, pide más y más ajustes, terminan creyéndose víctimas de espíritus malignos. No los pueden corporizar en las macroestructura económicas que son en realidad quienes están determinando sus vidas.

Falta conciencia política, y más de una vez cuando intento hablar sobre el tema, no falta quien enojado me dice con cierto orgullo “yo no me meto en política, la política nunca me dio nada”. Y yo reflexiono por lo bajo “la política te sacó todo”.

Este sistema liberal ha minado la esperanza de nuestra gente. Pues, como muy acertadamente lo definió el subcomandante Marcos, “el liberalismo es la globalización de la desesperanza”. El capital se concentra en unas pocas manos y como dice el Papa, “los ricos son cada vez más ricos a costa de los pobres cada vez más pobres”.
 
(…) Vivimos en un sistema que se define como cristiano y que comete la atrocidad de matar de hambre a millones de hermanos para privilegiar a unos pocos elegidos. Que propone la salvación individual olvidando los sentimientos más nobles del hombre, el amor y la justicia. Recuerdo con emoción la oración de un maestro:

“Si yo falto al amor o si falto a la justicia,
me separo infaliblemente de ti, Dios mío.
Y mi culto no es más que la idolatría.
Para creer en ti, necesito creer en el amor
y en la justicia.
Y vale mucho más creer en estas cosas
que pronunciar tu nombre.
Fuera del amor y la justicia es imposible
que yo pueda encontrarte alguna vez.”

A esta oración maravillosa sólo quiero agregar una pequeña reflexión. Creer en el amor y la justicia significa trabajar para lograrlos. Esa es la propuesta, ése es el gran desafío que hoy tenemos que afrontar.


En La mesa vacía. Desocupación y Pobreza en la Argentina, Carlos Serrano Editor, Buenos Aires, 1996.
Padre Luis Farinello (Villa Domínico, 8 de febrero de 1937 - Quilmes, provincia de Buenos Aires, Argentina, 2 de junio de 2018).

lunes, 4 de junio de 2018

Guillermo Saavedra, Más moral que Carrió tiene una ameba




A UNA CLOACA INFLAMADA DE DENUNCIAS


Se dice que nació ya denunciando
al obstetra y su madre allí presentes:
“¡No sé cómo, por qué, tampoco cuándo,
pero este parto fue destituyente!”.

Salió al ruedo medrando en el Proceso
y luego encandilada por los Cielos
fue perdiendo de a poco el poco seso
y trocando en delirios sus desvelos.

Hace tiempo ha dejado el crucifijo
y olvidando el fervor republicano
se dedica a enmerdar los entresijos
con su boca repleta de gusanos.

Su condena al aborto es otra prueba:
más moral que Carrió tiene una ameba.