FOTO
Un montón de
zapatos bajo tanto cielo.
Detrás el alambrado temblando en el aire tenso.
En primer plano unos anteojos quebrados en el barro.
Al dorso una fecha manuscrita:
marzo 24,
el año es ilegible,
el país duele demasiado.
Detrás el alambrado temblando en el aire tenso.
En primer plano unos anteojos quebrados en el barro.
Al dorso una fecha manuscrita:
marzo 24,
el año es ilegible,
el país duele demasiado.
SECUESTRO
Esa niña atónita.
El cristal quebrado
en el ventanal enorme.
Cielo, sobre todo.
Y el follaje como
un país temible.
ELLA
Podría respirar
profundamente,
podría mover con lentitud los dedos de la mano
justo debajo del rayo lunar
(él siempre prometió sellar la gotera por donde ahora penetra esta luz),
podría hamacarse en la silla que ellos perdonaron
haciéndola oscilar sobre las patas traseras,
podría llorar
o tararear la canción de moda,
pero se mantiene en pie,
ha levantado la tela que cuelga a modo de puerta
y dirige su mirada hacia el fin de la noche.
podría mover con lentitud los dedos de la mano
justo debajo del rayo lunar
(él siempre prometió sellar la gotera por donde ahora penetra esta luz),
podría hamacarse en la silla que ellos perdonaron
haciéndola oscilar sobre las patas traseras,
podría llorar
o tararear la canción de moda,
pero se mantiene en pie,
ha levantado la tela que cuelga a modo de puerta
y dirige su mirada hacia el fin de la noche.
VISIÓN
Se inclina ahora
recoge
del fuentón alguna prenda
la mujer
que
tras los vidrios
me recuerda
lastima esta luz
y ella en
su giro
parece
que danzara
bella
como cuando
gemía (mos)
junto al río
y ella en
su giro
parece
que danzara
bella
como cuando
gemía (mos)
junto al río
no quiero verla
y
sin embargo
¡su cintura!
sin
embargo su
insolente pecho
su
pollera.
y
sin embargo
¡su cintura!
sin
embargo su
insolente pecho
su
pollera.
VUELO
El hombre arrojado
del avión
al mar
piensa
aún en el aire que
no está muerto
quien pelea
pese
a la somnolencia de
la droga
atina
a mover los
brazos como un pájaro
entonces ve el país
la costa del país
una sombra
lejos
nada
más bello ahora
nada más
corazón
hincha el pecho y
tal vez esa
voltereta sea su
saludo
ah no poder
sostenerle
no dar con él
batalla en cielo abierto
alcémonos
que el hombre
dislocado en el impacto
con el agua oiga
nuestro canto
antes
de desaparecer.
En: “Poemas de ausencia” (1976-1983), Nudos,
1984.
Jorge Brega (Buenos Aires, 1949).
Excelente, uno de los mejores poetas argentinos
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