jueves, 27 de septiembre de 2018

GUILLERMO SAAVEDRA Si Ellos Son La Patria



DOMINATRIX COMIÉNDOSE A UN ENANO

Un cabezón jailaife y una urraca
empomándolo al pie de la bandera
hicieron de la patria una leonera,
del himno nacional, una matraca.

En plan de marioneta escabechada,
con voz de chaucha ausente y mal cojida,
el cabezón cantaba nuestra herida
como anunciando tierra liberada.

La esperpéntica urraca cabeceaba
cual perro de peluche en colectivo,
muy cachonda, en éxtasis masivo
de su culo de garca con ochavas.

Morirás, cabezón, lechuga espesa,
engrampado en un dildo a la francesa.


A OTRO TURRO FALAZ E INCONSONANTE

¿Con qué rima Sandleris?, me pregunto.
¿Con qué rima esa cara de oler mierda,
de estériles testículos a cuerda,
de perro abotonado con difunto?

¿Con qué rima Sandleris, con qué rima
este turbio inquilino del idioma?
¿O es otro turro en pasta que se asoma
sin nada que consuene y lo redima?

Basta ver su prontuario de escalope
de carne gorilácea enharinada:
toda la guita afuera amarrocada,
mientras nos garcha a todos al galope.

Mefítico Sandleris, cheto en caja
que rimas solamente por la raja. 



“I AM READY TO RUN”, GRAZNÓ UN CHORIZO

Con su lengua de trapo humedecida
en el jugo rectal de una francesa
que en el Fondo nos quiere y que no cesa
de dejarnos en bolas y sin vida,

esta flema envasada en impotencia,
farfullando en inglés lo que en castizo
no puede pronunciar, este chorizo
contuso de su propia inconsistencia,

pasándole la gorra a los patrones
del mundo y sacudiendo la alcancía,
“I am ready to run”, les prometía,
pensando en improbables reelecciones.

El pueblo, mientras tanto, contestaba:
“¡Te vamos a ensartar hasta las tabas!”


A UN SIRVIENTE SERVIL CON SEBORREA

Esa jeta de teta disecada
se dispara hacia un mate con tres pelos,
que son más que los fláccidos libelos
de su ingenio de brótola alquilada.

Y ese look de rodilla es un prontuario
que al igual que su nombre lo delata:
es la app genuflexa en modo “rata”
que filtra el vendaval de un urinario.

Ex plumín del panfleto de Massera
con Perfil de bragueta comatosa,
hoy consagra, con letra temblorosa,
a otra prensa mortal sus pedorreras.

Tendrás muerte servil, temprana y cruenta,
colgado del calzón de una sirvienta.


A UNA HIENA CON ROPA DE FAJINA

No es un pato ni un patio sino un pasmo
etílico y patético, luctuoso
por su metabolismo desastroso:
cada vez que reprime, tiene orgasmos.

Esta vinchuca otrora descastada
volvió al redil con ánimo exaltado
cargándose a los pobres jubilados
con su cara de concha inhabitada.

Ahora repta con ropa de fajina,
persiguiendo a supuestos extremistas
–aborígenes, narcos, ¡yijadistas!–
e inventando containers de Cristina.

Morirás en tu ley, sorete en hebras:
chapaleando en un balde de ginebra.


A UN MASCARÓN EUNUCO DEL FASCISMO

Medio polvo al azar, como al desgano,
fue la causa fatal del nacimiento
de esta nimia erupción del pavimento
fermentada en un nido de gusanos.

Lepidóptero gris de medianoche,
mascarón oxidado del fascismo,
onanista empachado de machismo,
chueco impar, menos baby que fantoche,

es el flujo radial de los taxistas
y el veneno puntual del resentido,
la resaca moral del malparido
y el requecho coral de los golpistas.

Morirás suicidado al ver tu facha
escurriéndose turbia entre tus cachas.


A UN GARCA EN FALSO TRANCE HOSPITALARIO

Te internaron de urgencia por si acaso
algún dios se dignaba a hacer justicia.
Pero dios está enfermo y tu codicia
sigue urdiendo voraz nuestro fracaso.

Seguirás por un tiempo en tu baldío
de millones de mangos escruchados
con la banca a favor. Pero cuidado,
pija endeble trincándose un vacío:

volverán los dolores a tu pecho
de carancho aterido y desplumado,
y tu vientre de bagre embalsamado
poblarán dos mil pólipos maltrechos.

Morirás, Nicolás, en tu escabeche,
en tu propia y baldía mala leche.


NI MANSO NI TRANQUILO: CHETO EN CELO

Tras tres años artríticos y astrosos
–que parecen tres siglos de calambres,
tres milenios colgados de un alambre–,
tras tres años de palos alevosos,

reculando en chancletas de manteca,
esta costra de un chancro incandescente
devenida en pedorro presidente
no se arredra y promete más jaquecas.

Inmune a las desgracias que ha traído,
prendido a un par de bolas mendocinas,
con su cara de asbesto vaticina:
“Les puedo hacer más daño, no hagan ruido”.

No morirás ni loco ni tranquilo:
morirás en gayola, culo en vilo.


A UNA GÁRGOLA ENFÁTICA Y NOCTURNA

Hortaliza agrotóxica y rastrera,
lamparón imborrable de la historia
de un país percudido en la memoria,
cataplasma sebácea y camorrera,

ignominia chaqueña, craso mueble
rematado mil veces en las urnas,
esta enfática gárgola nocturna
sancochada en retóricas endebles

volvió al circo a sudar adrenalina
sacudiendo los mocos del pañuelo:
“¡Soy actriz, como Tita, la Merello,
me divierten las crisis argentinas!”.

Que la muerte la tueste bien despacio
por su culo vandálico y batracio.


A UN BLONDO SALAMÍN PICADO FINO

Hay un boludo haciendo morisquetas
en la pantalla plana de la infamia.
Es mórbido avatar de una endogamia:
su madre al darlo a luz secó sus tetas.

Elongador peneano desgastado
de tanto estirar chetas, breves vergas
con éxito dudoso, solo alberga
un triste retintín recalentado:

“Pará, pará, pará”, chumba el cateto
así le manden fruta o flan casero.
Naufraga la verdad en su puchero
de sueltos animales con panfletos.

Fanfa sin fans, mamón de escaso tino,
morirás salamín: picado fino.


FORRO VENCIDO VUELVE A SUS FARMACIAS

Escroto abandonado en la pileta
de un telo marginal, triste banana
de yeso de hospital, a este Quintana
acaban de colgarle la galleta.

Alegre propulsor de la caída
del sueldo de la gente laburante,
este oscuro prospecto expectorante
se escurre entre dos negras escupidas.

Forro vencido en raja de muñeco,
placebo rancio, pócima en desgracia,
ya vuelve este negrero a sus farmacias
después de haber currado a palo seco.

Confeso hijo de Buda sin remedio,
que mueras como un chori: abierto al medio.


                         Guillermo Saavedra (Buenos Aires, 7 de octubre de 1960). Poeta, escritor…





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