SEÑORA
DESPEDIDA DE TÉLAM QUE NO ES K Y QUE NUNCA HIZO PARO:
Lamento
conocerla en una circunstancia tan angustiante para Usted. También lo es, y
mucho, para nosotros, los Peronistas, los que siempre hacemos Paro porque
aprendimos a defender nuestros derechos, y cuando digo nuestros, la incluyo.
Usted
ahora está de nuestro lado. No porque usted lo haya elegido, ni siquiera porque
usted lo desee ni lo autorice; usted está de nuestro lado por decisión nuestra,
porque nuestro lado es el de los trabajadores, pero mucho más aún el de los que
sufren las injusticias de un modelo que nos excluye; como la excluye a usted,
pero como viene excluyendo desde mucho antes a muchos otros y muchas otras.
Para
nosotros usted siempre fue una compañera.
Así
entendemos nosotros que funciona esto: sólo una clase de argentinos y
argentinas, la de los que trabajan.
Sabemos
que nosotros no lo éramos para usted, y me atrevo a decir que no lo somos ni
siquiera en estas circunstancias en las que nuestra identidad y nuestra
tendencia a defender derechos nos ponen del lado de los despedidos razonables,
de los que algo habremos hecho para que un Lombardi, una Vidal o un Macri, nos
digan que ya no tenemos derecho a trabajar dignamente, que ya no tenemos
derecho a darles de comer a nuestros hijos ni a comer nosotros tampoco.
Nosotros
creemos firmemente, mire lo que le digo, que La Patria es el Otro. Por eso,
cuando defendemos la Patria, defendemos los derechos de quienes la habitan, la
construyen a diario, la ejercen en toda su plenitud, incluyo el de aquellos que
renuncian a ellos.
Durante
nuestra vida nos encontramos con múltiples dedos que nos señalaban. Algunos y
algunas no tuvieron la suerte de vivir en estos tiempos, y esos dedos
terminaron siendo condenas, celdas, salas de torturas, vuelos de la muerte,
fusilamientos, desapariciones.
En
nuestro caso, la vida quiso que apenas fueran persecuciones, acusaciones,
censura, difamaciones, y también despidos, créame.
Pero
al fin y al cabo, los dedos eran los mismos, y decían lo mismo: algo habrán
hecho.
Eso
mismo que dice usted ahora para demostrar la injusticia de un despido a quien
nunca peleó por sus derechos, a quien nunca se preocupó por la suerte de los
otros, a quien nunca le importó nada más que su ombligo, su recibo de sueldo,
su lugar en la mesa.
Aprendimos
a ser tolerantes con el asco, con la bronca que muchas veces sentimos hacia ese
egoísmo incomprensible de quien comparte la condición de trabajador o
trabajadora pero reniega de ella, la esconde, la disimula porque en el fondo la
avergüenza, porque quisiera estar del otro lado de un mostrador que divide
aguas.
Por
ese aprendizaje, por esa comprensión, esa especie de piedad con la que miramos
a gente que reniega de su clase, es que hoy nos duele su llanto. No nos duele
por simpatía por usted, no se crea. Nos duele porque en usted vemos no sólo las
consecuencias de la ofensiva del enemigo, sino también las batallas que nos
vienen ganando, cuando hacen creer a uno de los nuestros, a un trabajador, a
una trabajadora, que defender sus derechos la hace culpable, merecedora del
castigo, la represalia, la carga de sobrellevar una vida en la que el derecho a
trabajador le es, nos es, negado.
Esa
es nuestra tristeza, señora despedida de Télam que nunca hizo paro y que nunca
fue K; que usted primero fue víctima de un enemigo que le hizo creer que usted
es de otra clase.
Ese es nuestro dolor porque esas son las batallas que han hecho que millones de trabajadores hayan votado a este energúmeno, a este gobierno de patrones, de siervos de la oligarquía, COMO USTED LO HA HECHO. Eligiendo a sus verdugos pensando que Usted nunca iba a estar entre las víctimas.
¿Sabe
qué nos diferencia? A nosotros nos duele su despido y lucharemos contra eso.
A
usted no le hubiera dolido el nuestro, y tampoco le hubiera movido un pelo.
ESA
ES LA GRIETA.
Admiro a Pablo Isi, pero en este texto logró una pieza de época que expresa el sentimiento de miles de argentinos.
ResponderEliminarEl texto de Pablo Isi es una pieza de época que logra expresar el sentimiento de miles de argentinos mas allá de sus partidos.
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