Conozco
suficientemente La Bombilla por la tarea que realiza desde hace años la ONG
Música Esperanza.
Mi corazón tucumano se revuelve de
indignación frente al asesinato del niño Facundo (Burgos) de 12 años, ejemplar
estudiante y buen jugador de fútbol, con ansias de progresar a partir de su
inminente ingreso al secundario.
Esta brutalidad policial con su
racismo discriminatorio que desgraciadamente aparece en algunas capas de la
sociedad tucumana, es la antítesis de lo que predicó Cristo, que tiene en el
actual Papa Francisco un representante de alta espiritualidad.
Pongan punto final a estas situaciones que nos llevan a un caos provincial y
nacional.
¿Serán capaces las autoridades de
explicar esto sin mentirnos?
La carta de la abuela de Facundo va
a ejemplificar en el mundo el dolor y la dignidad de ese sector popular.
Estoy de corazón junto a esa familia
admirable.
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