domingo, 19 de julio de 2015

Julián Axat, a Martha Argerich



LA BALLENA AZUL

                            a Martha Argerich


Ella
como Jonás viaja en el vientre
y la melodía de sus dedos
la retraen al tiempo


en el camino 1800 personas
sentadas en la sala
sienten

todo lo culto
nace
de lo popular

El Tribuno en su odio
escucha
no le queda otra
acepta la belleza

lunes, 22 de junio de 2015

Silvio Rodríguez en Villa Lugano


EL MAYOR


El hombre se hizo siempre
de todo material,
de villas señoriales
o barrio marginal.
Toda época fue pieza
de un rompecabezas
para subir la cuesta
del gran reino animal
con una mano negra
y otra blanca mortal.

Mortales ingredientes
armaron al mayor,
luz de terratenientes
y de revolución,
destreza de la esgrima,
sucesos como un preso
Amalia abandonada
por la bala, la vergüenza,
el amor. O un fusilamiento
un viejo cuento modelaron su adiós.

Va cabalgando
el mayor con su herida
y mientras más mortal
el tajo es más de vida.

Va cabalgando
sobre una palma escrita
y a la distancia
de cien años resucita.

Trota sobre la espuma
seguido por un mar
de negros en machete
y sin encadenar
ordena a su corneta
un toque de a degüello
y a un siglo de distancia
entona nuestra canción
y con recia garganta
canta, espanta lejos la maldición.

Va cabalgando…


Silvio Rodríguez, el 30 de mayo de 2015 en Villa Lugano.
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domingo, 21 de junio de 2015

María Ester Alonso Morales, De qué color eran los ojos de mi padre



SUS OJOS

No sé de qué color
eran los ojos de mi padre.

Como nunca los vi,
me los invento.

Yo creo que tenían
el color del tiempo.

Color miel,
si miraba con ternura.

Verdes grises,
si andaba triste.

Azul encendido,
cuando discutía.

Marrón profundo,
si pensaba el futuro.

Agua marina,
si decía a vencer o morir por la Argentina.


En su final se le oscurecieron,
negros, dos trozos de carbón endurecido. 



.

martes, 26 de mayo de 2015

María Ester Alonso Morales, 3 poemas




EN EL HIJO SE PUEDE VOLVER

A todos los HIJOS frente a la justicia 

Tus padres van a ingresar
con vos a esa sala,
cuando te toque
subir al estrado,
tomar asiento
y declarar.

Vas a tenerlos,
uno a cada lado,
escoltándote,
escuchándote,
sosteniéndote.

IM SOHN KEHREN SIE ZURÜCK

Für alle HIJOS im Angesicht der Justiz

Deine Eltern werden
mit dir in jenen Saal eintreten,
wenn es an dir ist
in den Zeugenstand zu steigen,
Platz zu nehmen
und auszusagen.

Du wirst sie bei dir haben,
einen an jeder Seite,
dich begleitend,
dir zuhörend,
dich stützend.


EL CIELO SOBRE LANÚS

Soñé,
que se me presentaba un hombre,
venido de otra época,
vestido con abrigo negro,
como un ángel descendido.

Este ángel me dijo:
te concedo viajar al pasado,
al año 1974,
al fatídico día,
presentarte a tu padre,
cara a cara
y sin revelarle tu identidad,
advertirle de su peligro.

Me puso una condición:
si lo conseguía,
si lograba que
se salvase,
yo no existiría,
no habría nacido jamás.

Me quedé pensando,
un trato justo,
mi vida por la de mi padre.
No lo dudé y acepté.

Regresé,
mujer adulta,
con gabardina puesta.
Todo sucedía en blanco y negro.

Me daba prisa,
desesperada por las calles de Buenos Aires,
para llegar a tiempo a la casa de Lanús.

Pensaba en convencerle a él
y a sus compañeros
de desistir de la operación,
que se trataba verdaderamente
de un error,
una trampa,
una tragedia.

Desperté exaltada,
sudada,
angustiada.
La Plata,
año 2006…


NEO

A Julián Axat

Yo también soñé,
una y mil veces,
salvar a mi padre
y a sus compañeros.

Tampoco pude convencerles.

NEO

Für Julián Axat

Auch ich träumte,
ein— und tausendmal,
meinen Vater zu retten
und seine Kameraden.

Auch ich konnte sie nicht überzeugen.



MARÍA ESTER ALONSO MORALES nació en 1974 en Bernal, provincia de Buenos Aires, Argentina. Se formó como abogada en La Plata, donde fue miembro de la agrupación HIJOS, participando del movimiento de derechos humanos y colaborando con diferentes organismos. Más tarde sería miembro integrante del Equipo Jurídico de Abuelas de Plaza de Mayo. Desde hace ocho años reside en la ciudad de Hamburgo, lugar desde donde escribe actualmente. Fue galardonada con el primer premio El Butacón del Certamen Literario (Hamburgo, 2013). Participó en la antología La Plata Spoon River (2014). Entre dos orillas es su primer poemario.


En: Entre dos Orillas ORILLA RÍO DE LA PLATA
Zwischen zwei Ufern UFER RÍO DE LA PLATA
Libros de la talita dorada
Colección Los detectives salvajes   /   20
City Bell: De la talita dorada, 2015

ISBN: 978-987-1918-14-0

viernes, 24 de abril de 2015

Roque Dalton, El sol de la ternura


COMO LA SIEMPREVIVA


Mi poesía
es como la siempreviva
paga su precio
a la existencia
en término de asperidad.
Entre las piedras y el fuego,
frente a la tempestad
o en medio de la sequía,
por sobre las banderas
del odio necesario
y el hermosísimo empuje
de la cólera,
la flor de mi poesía busca siempre
el aire,
el humus,
la savia,
el sol
de la ternura.



Roque Dalton García, San Salvador, El Salvador, 14 de mayo de 1935. 
Asesinado el 10 de mayo de 1975.

martes, 10 de marzo de 2015

Humberto Costantini, Yanquis hijos de puta


YANQUIS HIJOS DE PUTA

En realidad
sólo quería decir
eso.
En realidad, la vida
es,
pongamos por ejemplo,
una manzana.
Entonces,
uno la mira, la toca,
le hace fiestas,
la besa, le habla,
tal vez,
hasta dibuja manzanitas
imitándola.
La quiere así, manzana,
rica, pulposa, viva, indescifrable,
sabia.
Si la quieren romper,
si viene
un bicho, por ejemplo,
un yanqui hijo de puta,
para ser más precisos,
a matarla,
ya no se puede hablar
así nomás de la manzana.
Hay que matar al bicho,
es necesario
odiarlo,
destruirlo.
Es casi obligatorio
decirle hijo de puta,
decirle yanqui hijo de puta
todos los días, religiosamente
y encontrar la manera
de acabarlo.
Por amor a la vida,
simplemente.
En realidad
tal vez no me he explicado bien.
Si uno tiene,
pongamos por ejemplo,
un amor, una cosa
que le anda por la piel
por todas partes.
Digamos
Buenos Aires,
digamos,
un octubre, un poema, una muchacha.
O digamos la esquina
de Nazca y Tequendama
los domingos, a las seis de la tarde.
(Estoy casi seguro
de que había una esquina así en Santo Domingo,
de que había un viejo,
una silla,
un cielo inverosímil,
muchachos que volvían del fútbol,
señoras apuradas,
bocinas, qué se yo
y tal vez,
hasta un tipo solitario
como yo
que miraba)
Si uno tiene un amor entonces,
eso que le camina por la piel,
decíamos,
y pasa algo,
ocurre,
que viene el mal, la peste, una desgracia,
o para no ir más lejos
vienen
los marines idiotas,
los cretinos mascadores de chicle,
odiadores de todo lo que crece
y desembarcan.
Entonces
ya no se puede hablar así nomás,
hay que matar la muerte de algún modo,
hay que pelear con rabia,
destruirlos,
salirles al encuentro como sea
y además decir, decir hijos de puta,
decirlo y masticarlo
y enseñarlo a los chicos
como un rezo.
Por amor a la vida,
simplemente,
me parece.


En “Cuestiones con la vida”.
Humberto Costantini (Buenos Aires, 1924 – 1987).