CARTA AL BEBE
Acaso estás escuchando estas añoranzas que
te dedica mi corazón acobardado.
Qué lejana la calle de doña María…
Y las suplicas o cachetadas de nuestros
mayores por la iracundia que abrigábamos como a un pichón aguerrido y
alimentado por tanta alevosía injusta.
Todavía puedo ser testimonio, un testigo
que hablaría horas y horas del horror y la tristeza que apagó la luz de las
edades en flor. ¡Qué idealistas fuimos!
¡Qué duros en la fragilidad de las edades
niñas apenas asomadas a la adolescencia precozmente justiciera! Nada amable. No
lo eran nuestras capacidades de vasos trizados por donde el agua limpia de la
verdad escurría su linfa fresca azul y blanca.
Desde el plano en que te encuentras, óyenos.
Tenemos buenas intenciones.
Volveríamos a hacer lo mismo de entonces.
La Plata, 1 de abril de 2004.
Compañeros:
John
William Cooke (La Plata, 14 de noviembre de 1919 – Buenos Aires, 19 de
septiembre de 1968).
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