ESCRIBIR
ES UN ACTO DE AMOR
Escribir es igual que amar. Es tan difícil
como amar. No se puede enseñar ni se termina de aprender nunca.
Cada vez hay que empezar de cero. Cada
acto de escritura o de amor son únicos y la experiencia no sirve para nada.
Siempre somos aprendices.
Podemos cometer menos torpezas con el
tiempo: no se puede avanzar mucho más.
Las dificultades son siempre las mismas:
qué hacer, cómo decir, para que lo que hagamos, para que lo que digamos, sea
verdadero, no tenga al ego por delante, le sirva a otros y sea digno de
recordar.
Ah, y que la empresa no nos fatigue tanto
como para hacernos creer que ya no vale la pena.
Dedicado a Cristina Kirchner
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