CANTO DE URGENCIA POR PALESTINA
Clamando al cielo desde la belleza
opacada de la tierra,
el último sostén cuando la negrura del horror
mortifica aun las nubes, las espanta, son pájaros,
también a los pálidos rocíos, los últimos rocíos, los espanta,
entre espasmos de sangre…
el último sostén cuando la negrura del horror
mortifica aun las nubes, las espanta, son pájaros,
también a los pálidos rocíos, los últimos rocíos, los espanta,
entre espasmos de sangre…
Urgiendo como caballos a la Diosa
Justicia, que nació de un vientre
de muerte y quiso ser humana, y tener pasiones,
y que todavía entre ahogos y balbuceos
pugna por respirar, por existir, sea de a poco,
en un tiempo de ferocidad infinita…
de monstruos que trafican cadáveres,
tanto como el oro…
de muerte y quiso ser humana, y tener pasiones,
y que todavía entre ahogos y balbuceos
pugna por respirar, por existir, sea de a poco,
en un tiempo de ferocidad infinita…
de monstruos que trafican cadáveres,
tanto como el oro…
Subidos en la montaña de todas las
lágrimas,
y de cada uno de los furores que ponen alas
en la mañana del mañana
a las pacientes lágrimas…
Te decimos Palestina: ¡Gloria a vos!
¡Con toda voz!
También con piedras y con flores para las tumbas,
Que no son tumbas
Son altares de belleza
Son monumentos de memoria
Son dolor a marejadas
Sal que quiere más sal para gritar
desde la herida abierta
como una mar de luz que no cesa, abierta…
¡Gloria Palestina! Amada y mía,
sin nunca verte, con siempre verte…
Tu dolor te vuelve eterna de jazmines, Palestina.
Sin agua y sin comida, seca y roca, Palestina…
Tu pañuelo honra nuestra cabeza, no hay otra diadema…
Tu martirio es un sol de soles, del este y del oeste,
y de la mejor luna, tu pura luna,
luminosa eres, Palestina… gimes con nosotros
y entre nosotros, besamos tu celeste frente, Palestina,
te honramos…
Ese dolor de bombas y misiles, que golpea
es ahora el río del alma donde ahora navegamos
con vos, hacia tu destino de patria…
Llevanos…
Llevanos…
Somos tu agua, Palestina…
y de cada uno de los furores que ponen alas
en la mañana del mañana
a las pacientes lágrimas…
Te decimos Palestina: ¡Gloria a vos!
¡Con toda voz!
También con piedras y con flores para las tumbas,
Que no son tumbas
Son altares de belleza
Son monumentos de memoria
Son dolor a marejadas
Sal que quiere más sal para gritar
desde la herida abierta
como una mar de luz que no cesa, abierta…
¡Gloria Palestina! Amada y mía,
sin nunca verte, con siempre verte…
Tu dolor te vuelve eterna de jazmines, Palestina.
Sin agua y sin comida, seca y roca, Palestina…
Tu pañuelo honra nuestra cabeza, no hay otra diadema…
Tu martirio es un sol de soles, del este y del oeste,
y de la mejor luna, tu pura luna,
luminosa eres, Palestina… gimes con nosotros
y entre nosotros, besamos tu celeste frente, Palestina,
te honramos…
Ese dolor de bombas y misiles, que golpea
es ahora el río del alma donde ahora navegamos
con vos, hacia tu destino de patria…
Llevanos…
Llevanos…
Somos tu agua, Palestina…
Gloria a Palestina
Y maldito seas entre todos los malditos
que la memoria registra
maldito Estado de Israel…
Que humillas a la humanidad en lo que tiene de humano
(hablo de un sueño, también de un murmullo de amor)
Que conviertes en cenizas los papiros de dolor
del viejo pueblo judío…
Que degradas la civilización y te vuelves
realeza de barbarie, holocausto del otro
ese otro que alguna vez fuiste y que ahora
te mira y te ve convertido en su verdugo
¡Has enloquecido y mal de mal Estado de Israel!
¡Has devorado la vida y convertido en sombra
de tu propia muerte!
¡Prendiste fuego al árbol de la vida Estado de Israel!
con la ciega arrogancia del que se puso
fuera del bien y del mal
y de todos los contratos que el hombre
cultivó en el jardín de las palabras
Estás ciego Estado de Israel, ciego de
ciegos de toda ceguera,
eres más que noche…
puro vacío…
mismidad del vacío
allí en el centro de la soledad y del silencio
que se sabe silencio…
Y maldito seas entre todos los malditos
que la memoria registra
maldito Estado de Israel…
Que humillas a la humanidad en lo que tiene de humano
(hablo de un sueño, también de un murmullo de amor)
Que conviertes en cenizas los papiros de dolor
del viejo pueblo judío…
Que degradas la civilización y te vuelves
realeza de barbarie, holocausto del otro
ese otro que alguna vez fuiste y que ahora
te mira y te ve convertido en su verdugo
¡Has enloquecido y mal de mal Estado de Israel!
¡Has devorado la vida y convertido en sombra
de tu propia muerte!
¡Prendiste fuego al árbol de la vida Estado de Israel!
con la ciega arrogancia del que se puso
fuera del bien y del mal
y de todos los contratos que el hombre
cultivó en el jardín de las palabras
Estás ciego Estado de Israel, ciego de
ciegos de toda ceguera,
eres más que noche…
puro vacío…
mismidad del vacío
allí en el centro de la soledad y del silencio
que se sabe silencio…
¡Gloria Palestina!
¡Y amor para los niños de Gaza masacrados
por el ejército del Estado de Israel!
Esas almitas que todavía tiemblan
Junto a los cuerpitos vacíos
de tanta sangra perdida
Esos niños de Gaza miran al mundo con
nuestros ojos
cuentan su espanto desde nuestras bocas
más que nunca pobres
para nombrar el espanto…
¡Y amor para los niños de Gaza masacrados
por el ejército del Estado de Israel!
Esas almitas que todavía tiemblan
Junto a los cuerpitos vacíos
de tanta sangra perdida
Esos niños de Gaza miran al mundo con
nuestros ojos
cuentan su espanto desde nuestras bocas
más que nunca pobres
para nombrar el espanto…
No cerremos los ojos
sin clausuras nuestros labios (la muerte ya
no es cruel, simplemente fría)
¿Quién tejerá los recuerdos
mientras las nubes pasan y pasan,
los cielos continúan con su belleza
y los niños de Gaza son polvo sobre la tierra
humillada y polvorienta…?
sin clausuras nuestros labios (la muerte ya
no es cruel, simplemente fría)
¿Quién tejerá los recuerdos
mientras las nubes pasan y pasan,
los cielos continúan con su belleza
y los niños de Gaza son polvo sobre la tierra
humillada y polvorienta…?
Foto:
PressTV.
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