LOS PECES MÁS
LEJANOS
Antes me intrigaba saber por qué,
sentados en la orilla del día, los que venían a pescar permanecían allí, de
espaldas a lo que se supone que es el mundo, y entregados al olvido del tiempo.
Ahora
que soy uno de ellos, lo sé.
Estamos
aquí desde que aprendimos que estas aguas son menos turbulentas que las del
espejo, aquel otro río donde alguna vez echamos todos los anzuelos y recogimos
sólo viejas confesiones, estallidos apagados, tierra conclusa. Estamos aquí
desde que llegamos deseosos de partir, y no nos atrevimos. Traíamos la meta de
alcanzar a los peces más lejanos, aquéllos que serán los últimos en morir, y
todavía no nos atrevimos.
Tal
vez lo hagamos cuando eso, a nuestras espaldas, que se supone que es el mundo,
deje de cortejarnos con sus luces, que entre derrumbes, aún titilan.
Los
peces más lejanos, como es su costumbre, aguardarán, multiplicados.
En
Conejos en la nieve, Ediciones
Colihue, Buenos Aires, 2009
Eugenio Mandrini (Buenos Aires, 16 de diciembre de 1936 – 30 de noviembre de
2021) / Foto: jmp
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