Escribe Miguel Naón:
"Anoche cuando nos tomaron esta
foto, Alberto Szpunberg me estaba contando una gran historia que quiero
compartirla con ustedes. En el año 1976, en plena dictadura, Alberto seguía
militando desde la clandestinidad (en el PRT). Un día, su responsable le
informa que su gran amigo y compañero de militancia Haroldo Conti, estuvo
compartiendo un asado con Paco Urondo (otro gran amigo de ambos) y otras
personas. Esto lógicamente estaba terminante prohibido, en primer lugar porque
estaban rompiendo todas las medidas de seguridad, se estaban exponiendo mucho,
y además porque pertenecían a orgas distintas (Paco era montonero). Entonces la
célula organiza cita de Alberto con Haroldo, para que el primero le haga un
llamado de atención y le pida una debida autocrítica. Luego de varias cadenas
de mensajes entre un compañero y otro, se pudo concretar una cita en un café,
en la esquina de Scalabrini Ortiz y Córdoba. Alberto llega un poco más temprano
y mientras espera a Haroldo se pone a escribir algo sobre una servilleta. Llega
Haroldo y le pregunta: “Che, ¿qué estás escribiendo?”. “Un poema, ¿qué voy a escribir?”. “¿Me lo pasás? ¿Lo puedo leer?”
Alberto
se lo da, Haroldo lo lee… Le encanta, le pide quedárselo y se lo guarda en el
bolsillo de la camisa.
Pocos días después Haroldo escribe un cuento extraordinario (uno de sus últimos, antes de ser secuestrado). El cuento se llama “A la diestra”. En un párrafo lo menciona a Alberto y cita ese poema escrito en una servilleta, de esta manera:
Pocos días después Haroldo escribe un cuento extraordinario (uno de sus últimos, antes de ser secuestrado). El cuento se llama “A la diestra”. En un párrafo lo menciona a Alberto y cita ese poema escrito en una servilleta, de esta manera:
"Mi tiempo. La historia.
Lo que llevo de ausencia. Entre la tía y yo está el vidrio de la cancel y
veinte años de tristezas en esta ciudad de forasteros que nunca llegué a amar,
que amé con rencor, más bien, unas pocas veces. Mi Buenos Aires querido, ya me
tenés bien podrido. Esta ciudad que, con todo, tiene sus amantes, como mi amigo
Albertito Szpunberg que me sopla para esta ocasión y esta pena:
Es abril y entramos al otoño
si ahora me preguntaran por este otoño diría tan sólo
que las hojas en buenos aires han comenzado lentamente
a caer muy lentamente sin grandes novedades
Es abril y entramos al otoño
si ahora me preguntaran por este otoño diría tan sólo
que las hojas en buenos aires han comenzado lentamente
a caer muy lentamente sin grandes novedades
Esa quizá sea su principal
contra. Nunca sucede una verdadera novedad, pues todo se prevé y se dispone,
aun las novedades, de manera que la vida se repite ocho millones de veces
semejante cada día." Haroldo Conti."
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