jueves, 17 de septiembre de 2015

Eduardo Gotthelf, un profesional graduado con honores



PROFESIÓN

     La Mujer está sentada en un sillón tipo dentista, el cuerpo cubierto con una sábana verde. La ilumina una fuerte luz. El Hombre está manipulando instrumental sobre una mesa o similar.

Mujer: –Oiga… yo no voy a decir nada, que quede claro, pero, ¿usted está seguro de lo que va a hacer?

Hombre: –Señora, soy un profesional graduado con honores.

Mujer: –No me diga que para esto se estudia.

Hombre: –Claro que sí, es científico, me especialicé en el extranjero.

Mujer: –¿En Europa?

Hombre: –No, en una academia en Panamá.

Mujer: –Ah… ¿y me va a doler mucho?

Hombre: –Eso se lo garantizo, ya le dije, soy un profesional.

Mujer: –Qué lástima, ya me estaba encariñando con usted.

Hombre: –Eso también lo aprendí. Se llama síndrome de Estocolmo.

     Con la última frase le saca la sábana, entonces se ve que la Mujer está semidesnuda, indefensa, atada al sillón. El Hombre enciende la picana, que hace un zumbido muy fuerte. Se apagan las luces.


Eduardo Gotthelf (Argentina, 1945).

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