miércoles, 10 de junio de 2020

JULIÁN AXAT Comencemos por expropiar el aire



DECLARO EXPROPIABLE


Comencemos por expropiar el aire
el oxígeno de los expropiadores sistemáticos
de los que pergeñan expropiaciones bajo el signo del terror
bajo el signo del miedo
recuperemos el tiempo y la memoria y las ganas de expropiar en serio
y con mucho estilo y amor ex – pro -pie-mos
por ejemplo expropiemos el tiempo
el tiempo de aquellos a los que le sobra el tiempo
y que expropian todo el día esfuerzo y tiempo ajeno
a cambio de miserias
a cambio de condenas y sufrimientos

Expropiamos así con orgullo
levantando los brazos y haciendo piruetas en el aire
para que los que ahora nos creen malditos expropiadores
vean que somos piadosos y los hacemos con la urgencia de la utilidad pública
y con leyes y besos y con indemnizaciones
(lo hacemos con mucha pasión)

Mejor sería expropiar los bienes de aquellos que ya fueron indemnizados
con favores y prebendas
a costa del pueblo expropiado o de la Historia expropiada
a costa de las mayorías que siempre son expropiadas
a cambio de nada o de su propia hambre

Pero continuemos por expropiar la voz de que aquellos
que impiden y –a su vez- expropian las voces de aquellos que carecen de voz
pues para ellos somos asesinos expropiadores violadores de todo contrato
pues a ellos jamás se les expropió nada y encima
se les pagó –igual- doble indemnización
y a costa de aquellos a los que se les expropió el papel
la palabra
el grito
las ganas de llorar

Expropiado el papel el grito la palabra y las ganas de llorar
expropiado -ya que estamos también- la necesidad del silencio
expropiar la posibilidad de creer en otro mundo sin esta calaña de expropiadores

Declaremos expropiable toda acumulación originaria de congojas
gestada por fraude
por evasión de impuestos
por lavado de activos o fuga de capitales

Expropiar la expropiación gestada a costa de todas las minorías
de los vulnerables que nunca expropiarían nada
porque son justos y –por esa injusticia que padecen a diario-
carecen de medios para reflexionar sobre las formas más adecuadas de expropiar

Expropiemos como los Jacobinos los trajes y cabezas del viejo régimen
Las guirnaldas y floreros de las sacristías
Las empresas fantasmas armadas como cajas chinas
y siempre vaciadas antes de que lleguemos a expropiarlas
Hechas solo a medida por expropiadores y presta-nombres

Expropiemos a esos y hagámoslo bien expropiados
por el bienestar de todos y no de unos pocos
Expropiemos como el poeta Walt Whitman
que expropió una tierra para hacer su cabaña
y a partir de allí
expropió los bosques porque daban frutos y gloria

Expropiemos a todos los expropiadores que nunca pagan
porque lleva el rostro de la muerte expropiadora
y con su guadaña engendran y esparcen las pestes
las pestes que hoy expropian al hombre


09/06
Julián Axat (La Plata, 1976)

martes, 19 de mayo de 2020

GONZALO CHAVES Afuera y más allá de mis ojos



AIRES


En el templo (cuerpo)
en el corazón del pulso
hay un rocío cristalino
azul relampagueante.

Apagado de desdén
concentrado
tranquilo
con el rostro en oración
toda idea de este mundo
levemente incinerada.

Afuera
y más allá de mis ojos
un monte entero de durazneros
con sus ramas semidormidas
sus pájaros ocultos
sin todavía trinar
esperan toda la lluvia posible
pero están tranquilos.
¿No serán ustedes la última caballería de la tierra?
pienso sin creer en que logren escucharme.
Claro que si -me responden-
la última de las últimas posibles
las imposibles se las dejamos para nuestro Padre
Siendo el hombre
el que ha jugado el naipe del loco
el otrora carta oscura del desquiciado
Pandemia es el medio
Pandemonium es el fin que subconscientemente se intenta
coronar al miedo es la premisa
test y estadísticas sobre el control humano
sobre un virus que es creado y real
se montan las cepas
confabulan contra Dios
los poderosos del hoy
y contra el hombre dormido
confabulan imbuidos de desastres
caos para generar dominio
así se manejan
estos ilusos
y la ignorancia amplifica sus designios.
Que se cobije el mundo
en el territorio de la fe.


19/5/20
Gonzalo Leónidas Chaves (La Plata, 1967)
Foto: jmp

martes, 4 de febrero de 2020

GUILLERMO SAAVEDRA Un reguero inmenso de basura



MURIÓ UN CANALLA, SU MALDAD PERDURA

Puede ser que de chico haya tenido
un gesto de inocencia o de ternura,
pero el tramo más ancho de su oscura
existencia de turro malparido

estuvo consagrada al vil rosqueo
y al solapado oficio del sotreta:
catapultado por la servilleta
de un ministro campeón del trapicheo,

fungió de juez cagándose en la AMIA,
persiguiendo a Cristina sin razones
y entregándole el culo y los calzones
a los dueños del queso y de la infamia.

Su carne, que hoy reclama sepultura,
deja un reguero inmenso de basura.



Guillermo Saavedra (Buenos Aires, 7 de octubre de 1960). Poeta, escritor…

sábado, 11 de enero de 2020

JULIÁN AXAT A Cristina Isabel della Croce

Julián y Cristina Isabel della Croce



   A CRISTINA ISABEL DELLA CROCE, IN MEMORIAN

Te dije Pacha
la “Pacha mama”
Pachita linda
madre de las madres
te nombro mi Pacha
y me acunaste con el mismo calor
y la caricia tibia que había perdido
pudiste recuperarla
que suerte encontrarte Pacha
ahí estoy saltando en la casita
con la batuta
y el maravilloso hermano que me diste
el juego recobrado
la alegría soportando tanto dolor
la ausencia y la verdad
las que siempre me supiste mostrar
qué puedo decir Pacha
qué podría decir
mis padres
si estuvieran
guardarían silencio
en respeto a tu paso
a tu inolvidable presencia.


(Este poema publicado en mi primer libro, Peso Formidable, está dedicado a quien me crió desde los 7 meses, mi tía, pero quien también fue mi madre, Cristina Isabel della Croce. 24/3/1949 - 10/1/2020)
Julián Axat (La Plata, 1976)



https://poesiaypolitica.blogspot.com/search?q=della+Croce

lunes, 6 de enero de 2020

GUILLERMO SAAVEDRA Yo quisiera morir completamente

Nisman y amigas



HABLA UN MUERTO QUE VUELVE EN LA RESACA

Yo quisiera morir completamente
de una vez y que todos mis entuertos
ya no vean la luz. Pero esta gente
de Clarín no me deja en paz ser muerto.

Cada vez que Cristina los emboca
me sacan del cajón desesperados,
les dan cuerda a los jueces y convocan
a un montón de peritos entalcados.

Yo morí por mi mano, perseguido
por la Bullrich y Alonso. Esas dos parcas
me limaron los sesos. Embutido

en un limbo estratégico, los garcas
me rostizan cual pollo convertido
en emblema moral, en una marca.



Escribe Guillermo Saavedra: “Publiqué el siguiente soneto en mayo de 2018. Vuelvo a publicarlo hoy porque, desgraciadamente, hay muertos que no terminarán de morir mientras la derecha lo considere necesario.”


Guillermo Saavedra (Buenos Aires, 7 de octubre de 1960). Poeta, escritor…

lunes, 9 de diciembre de 2019

MAÑANA MARTES, ES LA FIESTA DE TODOS





Mi nena ha venido al pueblo y yo la fui a buscar
me fui hasta la estación de tren para verla regresar
con todos los muchachos vamos a conmemorar

Y vamos a tocar un rocanrol en la plaza del pueblo
y vamos a tocar un rocanrol y nadie nos va a parar
con todos los muchachos vamos a conmemorar




sábado, 7 de diciembre de 2019

LEÓN PEREDO Yo también quiero escribir bonito




UN DIENTE DE LEÓN EN LOS INTERSTICIOS
DE ESTAS BALDOSAS
Tres poemas

*


   la muerte usa tarjeta de débito
compra en cuotas cuerpos suntuosos
pasea por calle 12 seduciendo oficiales
viaja a Buenos Aires para echar al aire una cana
para echar varias canas al aire,
desprovista de remordimientos, culpas gravosas,
inciertas moralinas de escenario, sacude sus
caderas en la sala de espera de clínicas y hospitales,
nos guiña un ojo detrás del portón de los Buenos Sueños.
claro que tiene mala fama, pero eso es solo porque
no tiene un buen asesor de imagen,
los abogados de su bufete viven a ginebra y Netflix,
de toda esta historieta pulp le queda en la mollera
como tallados por la mano epiléptica de un niño
el nombre jeroglífico de un par de Aspirantes Eternos
a la Dicha. un réquiem a cajón cerrado.
los padres no debieran poder morir.
sería interesante que alguien diera la cara por Dios.
y explicara, sucintamente, de qué va el asunto.


*


   yo también quiero
escribir sobre los pájaros de mi patio,
detenerme en los nombres científicos de los insectos
cubrir mis versos con delicadas gemas y honduras
propias del alma del artista. yo no quiero ser monótono,
ni predecible, fastidiar una y otra vez con lo mismo.
además, bueno, como si valiese de algo. pero entonces
vienen a golpear las puertas de mis poemas los
fantasmas de los que mueren torturados en comisarías,
viene la niña cuyo padre murió ahogado tratando de
llevar pescado a la mesa, viene el nene que se pasa
el día de pie ante el semáforo, vienen los caballos
cansados de pedir disculpas, viene María, la mujer que
vive en la vereda de la ex facultad de Humanidades,
vienen los borrachos que chupan para olvidarse de sí mismos.
yo también quiero escribir bonito y sumergirme en ríos
y coquetear tempestades pero vienen a golpear la puerta
del poema las mismas mujeres que golpean
las puertas de las casas pidiendo ropa
y algo para comer. y se me llenan los ojos de
manos que señalan algo mirando el cielo.


*


   yo no tengo grandes vicios.
el cigarrillo y la cerveza en medidas justas,
porque soy un asalariado
que debe despertarse a diario a las seis de la mañana.
no me quejo de nada y esa es la manera más ruin
de quejarse de todo. cuando despierto lo hago casi
siempre feliz. aunque más de una vez despierto con jaqueca.
desayuno entonces un actrón 600 y me quedo quieto
esperando que pase.
en el ropero hay una guitarra que nunca aprendí a tocar.
en la biblioteca hay libros que me acusan de haragán
y yo paso de lado tapándome los ojos.
se me murieron mascotas con llamativa frecuencia.
a veces dejo en la ducha una versión sucia de mí
y salgo del baño jurando que esta vez seré bueno.
el otro día sentí en la carne toda la maravillosa metafísica
de vivir, pensaba en Korn y en Ingenieros y el 273 se
detuvo en un semáforo entonces vi a la madre
que cargaba un embarazo y otro bebé al hombro
y andaba de ventanilla en ventanilla ofreciendo flores.
entonces uno debe agradecer la jaqueca
y los alumnos que se llevan la materia y golpean con
violencia las puertas del aula. no hay grandes vicios.
solo hay grandes ciudades. pequeños demonios
y una esperanza ebria de años más lindos que un beso.
está creciendo un diente de león en los intersticios
de estas baldosas.



León Peredo (San Justo, Argentina, 1978. Reside en La Plata)
Foto: León Peredo